Los economistas de Cuenca han calculado que el crecimiento económico en la provincia será de un 1,6% en 2018, un punto por debajo del 2,6% de la media nacional, y que también Castilla-La Mancha crecerá medio punto por debajo del resto del país.
Unas cifras que se recogen en la encuesta del Colegio de Economistas de Madrid, del que dependen todas las provincias de la región menos Albacete, y que marca para 2019 unas perspectivas de un 1,3% de crecimiento provincial y 1,8% regional, lo que supone respectivamente nueve y cuatro décimas por debajo de la media nacional.
Así lo ha indicado en rueda de prensa uno de los miembros del Colegio de Economistas de Cuenca, Germán Chamón, quien reconoce que los datos no les llevan a ser optimistas, "porque no se dan mimbres para hacer un buen cesto".
Ha recordado que Cuenca ha dependido en exceso de la inversión pública, que en los últimos años se ha reducido, y además que el reducido número de empresas hace que "el seguimiento que se hace desde las autoridades de inspección tributaria sea mucho mayor" que en otras provincias.
Según Chamón, los principales problemas que ven los economistas de la provincia son el paro, el agua, la inestabilidad política, la elevada fiscalidad y las infraestructuras, a lo que un tercio de estos profesionales suma también la despoblación.
En el resto de Castilla -La Mancha, Chamón ha destacado que la única provincia con perspectivas de crecimiento por encima de la media nacional es Guadalajara, mientras que Ciudad Real tiene unas previsiones parecidas a Cuenca y Toledo "puede ser un poco más optimista".
Por su parte, el secretario general de CEOE CEPYME Cuenca, Ángel Mayordomo, ha manifestado el deseo de que la provincia alcance una "velocidad de crucero" después de los años de la crisis y ha subrayado que el sector agroalimentario, el del transporte y el turismo se perfilan como los de mejores perspectivas en la economía provincial