Asaja Castilla-La Mancha ha estimado, en una primera valoración de la campaña de aceituna, que habrá entre un 10 y un 15 por ciento más de producción que el año pasado, cuando se alcanzaron las 66.655 toneladas de aceite de oliva, aunque será una cosecha entre un 20 y un 30 por ciento más corta que una normal.
Según ha informado Asaja en una nota, en una campaña que se presenta "muy desigual en cuanto a producción y calibres", el olivar de regadío comenzará a recogerse antes, mientras que los agricultores de secano confían en que llueva para mejorar los rendimientos y el calibre del fruto.
El presidente de ASAJA Castilla-La Mancha, José María Fresneda, ha señalado que lo que preocupa no son los kilos de aceituna que se recojan, sino el último incremento de los carburantes y utillaje que, sumados a los altos costes de producción que ya tenían, "ponen en riesgo la rentabilidad de muchas explotaciones".
Además, Fresneda ha expresado "el temor del sector ante los posibles robos que se puedan producir" por los precios disparados del aceite de oliva, por lo que ha pedido a la Administración que se aumente la vigilancia para evitar los robos en las explotaciones olivareras.
"Es imprescindible la seguridad en las explotaciones y en los puntos de recogida, así como un control exhaustivo de la trazabilidad de las partidas de aceitunas hasta que llegan a las almazaras", ha defendido el presidente de Asaja de la región.
Producción provincial
Por provincias, la campaña olivarera en Albacete se presenta con optimismo tras las últimas lluvias y hay municipios, como Bienservida o Villapalacios, que esperan que la cosecha se incremente entre un 20 y un 25 por ciento con respecto al 2022.
En Ciudad Real, va a ser un año muy atípico con situaciones muy desiguales en una misma zona y se espera que se alcancen entre 40.000 y 43.000 toneladas de aceite, algo más que el año pasado.
En Cuenca, se espera mejorar las malas cifras de 2022 (2.400 toneladas de aceite), gracias a las últimas lluvias que han recuperado y fortalecido el fruto, por lo que preven unas 4.000 toneladas de aceite "con buena calidad".
Por su parte, Guadalajara, la provincia con menos producción de la región, aumentará sus cifras entre un 10 y un 15 por ciento con respecto a la última cosecha, aunque descenderán entre un 40 y un 50 por ciento, si se compara con una campaña normal.
Por último, en Toledo se prevé que la producción suba ligeramente y se estima entre 19.000 y 21.000 toneladas de aceite, frente a las 18.000 de 2022, aunque estas cifras quedan muy lejos de las de una campaña media (37.000 toneladas).
Etiquetas:
aceite
