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Agricultura de Cuenca

Cuenca afronta la peor campaña de almendra de las últimas tres décadas

El sector estima que las heladas de abril han mermado la cosecha en un 85% y la producción se situará entre las 400 y las 450 toneladas
Aspecto que presenta una de las explotaciones de almendra de la zona de Motilla. Foto: F. Pinedo
22/06/2022 - Miguel A. Ramón

El sector productor de almendra de la provincia de Cuenca se enfrenta este año a la peor campaña de las últimas tres décadas, debido a los cuantiosos daños ocasionados por las intensas heladas de principios del mes de abril. 

No en vano, desde la Agrupación Castellanomanchega de Productores de Frutos Secos, su gerente, el conquense Fernando Pinedo, estima que las pérdidas de cosecha de este año en la provincia de Cuenca rondarán el 85 por ciento, convirtiéndose, de esta manera, en la más afectada de toda la región, donde las primeras estimaciones apuntan a una pérdida de cosecha del 65% de media.

Y es que, tal y como subraya, las heladas registradas en la provincia entre el 1 y el 4 de abril fueron especialmente prolongadas en el tiempo, sobre todo las del día 3, lo que unido al hecho de que esas noches no sopló el viento, hizo que sus consecuencias fueran más devastadoras aún. Unos daños, por cierto, generalizados a lo largo y ancho de la provincia, aunque de manera desigual, dependiendo del tipo de almendra. 

Y es que, según Pinedo, las heladas fueron especialmente lesivas en las variedades más tempranas, como la largueta o la marcona, muy común en los términos municipales de Villalpardo, Minglanilla, El Herrumblar o Villarta, provocando pérdidas del 100 %, puesto que en ese momento se encontraban con el fruto recién cuajado y, en consecuencia, “en su fase más vulnerable”.

No ocurrió lo mismo con las parcelas en terrenos más elevados y aquellas con variedades más tardías, como vairo, penta, lauranne, constanti, marinada o guara, puesto que a principios de abril se encontraban en los primeros momentos de la floración e, incluso, muchos ni habían florecido.

 

CONSTANTES LLUVIAS

Pero, por si esto fuera poco, las constantes lluvias registradas llevaron consigo no solo problemas puntuales de polinización en algunas parcelas al no poder volar las abejas con esa climatología, sino también la proliferación de hongos con la elevada humedad, a pesar de los tratamientos acometidos en las explotaciones. 

Daños de las heladas en la almendra de la provincia de Cuenca. Foto: Fernando Pinedo

En concreto, el gerente de la Agrupación Castellanomanchega de Productores de Frutos Secos habla de muchos problemas con la monilia y, sobre todo, con el cribado, que, según resalta, “es lo que más cosecha se lleva por delante”.

Y eso, tal y como subraya, que los productores no han dejado de realizar los tratamientos habituales, ya sea contra la avispilla, el pulgón o la orugueta, entre otros. El problema radica, tal y como remarca, en que “los cultivadores aplicaban los productos pertinentes, pero las continuas lluvias, por muy suaves que fueran, lavaban el árbol y dejaban sin efecto los tratamientos”.

 Así las cosas, el sector conquense estima que las pérdidas finales vayan a rondar el 85 por ciento, por lo que la cosecha prevista este año en la provincia de Cuenca podría oscilar entre las 400 y las 450 toneladas de almendra; una cifra irrisoria si se tiene en cuenta que en la provincia hay una superficie destinada a este cultivo de unas 28.000 hectáreas, de las que 21.000 están en producción, lo que en un año normal se traduce en una cosecha de unas 3.200 toneladas.

 

PRECIOS

Si las previsiones de producción no son nada halagüeñas, los mercados internacionales tampoco auguran un mejor escenario, sobre todo, según Pinedo, porque en California, el principal productor mundial de almendra, afronta este año una campaña normal, a lo que se suma el hecho de que aún tienen en stock mucho producto de la pasada campaña.

Con este escenario, los precios de la almendra ni se han movido y a corto plazo no se prevé que lo hagan, mientras el mercado se esté nutriendo de esos stock de California, que podrían equivaler a tres campañas de España.

Aún cabe, sin embargo, la posibilidad de que este stock se venda antes del inicio de la campaña de recolección y así lo espera, al menos, el sector conquense, porque eso podría suponer un pequeño repunte de los precios. Entre tanto, los productores están a la expectativa.

 

Producción ecológica de la almendra en la provincia de Cuenca. Foto: Fernando Pinedo

PRODUCCIÓN ECOLÓGICA

La producción de almendra ecológica no ha parado de incrementar su presencia en la provincia de Cuenca en los últimos años. No en vano, el gerente de la Agrupación Castellanomanchega de Productores de Frutos Secos, asegura que ya supera el 20 por ciento de la superficie de almendro de nuestra provincia, con más de 5.500 hectáreas. 

Un volumen al que se ha llegado en tan solo un lustro. Y es que en este tiempo se ha pasado de que la producción ecológica en nuestra provincia representara poco más del 1 por ciento de la superficie total a más del 20 % en la actualidad. 

Porcentaje que, en palabras de Pinedo, crecerá en los próximos años de manera considerable porque en estos momentos hay bastante explotación ecológica en conversión, es decir, que aún no han acumulado las tres campañas consecutivas en esta modalidad de producción para ser considerada oficialmente como tal.

Para el gerente de esta agrupación, se trata de una buena noticia, porque está convencido de que el futuro del sector pasa por la producción ecológica, caracterizada principalmente por la no utilización de pesticidas ni abonos químicos.

Y no es para menos, si se tiene en cuenta los altos precios de la almendra ecológica en el mercado, que se está pagando a más del doble que la común. Una mayor rentabilidad que, a su juicio, da suficiente margen al agricultor para correr el riesgo de una merma en la producción ante la mayor dificultad de controlar las plagas solo con productos naturales, en general menos efectivos.

Por ello, invita al sector a sumarse a esta modalidad de producción, porque, además, la salida del producto al mercado está más que garantizada, ya que el principal cliente de la almendra ecológica española es Estados Unidos y Alemania, que no tienen producción de este tipo.