Mientras se duchaba Estela Fernández Gómez (Las Pedroñeras, 1980) palpó un pequeño bulto en su pecho que hizo saltar todas las alarmas. Automáticamente pidió cita en el médico y en ese momento comenzó un largo proceso que, afortunadamente, terminó con final feliz.
Fue diagnosticada de cáncer de mama, una noticia que recibió como “un jarro de agua fría”, recuerda. “En ese momento se te cae el mundo encima, no sabes hacia dónde ir, desconoces si tu pronóstico es bueno o malo y te sientes muy perdida”, apostilla.
Un mes después la operaron tras lo que comenzó un tratamiento de quimioterapia complementado con 33 sesiones de radiotrapia. “Mi tumor era recidiva –que podía volver– y la medicación fue bastante fuerte”, subraya.
Siete meses y medio después su oncóloga pronunciaba las palabras más esperadas: has terminado. Un momento muy emocionante para ella y también para el personal médico que la atendió durante ese tiempo. “Se nos caían las lágrimas de felicidad tanto a mí como a mi oncóloga”, señala.
A día de hoy, más de siete años después, continúa acudiendo a revisiones anuales porque no es hasta los diez años después de la aparición del tumor cuando la paciente es dada de alta definitivamente.
En 2022 se diagnosticaron 34.750 casos cáncer de mama en España, el 30 por ciento del total de cánceres detectados en mujeres, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el número de casos ha ido en aumento aunque la mortalidad ha disminuido en más de un 40% gracias a la detección precoz y a los avances en los tratamientos hasta alcanzar una supervivencia superior al 85%.
El mundo de Estela se paró el día que escuchó la palabra cáncer por primera vez y asegura que su personalidad ha cambiado mucho desde entonces pero, en la actualidad, ha conseguido recuperar su vida, volver al trabajo como maestra de Educación Especial y además, se ha involucrado en colectivos como ‘El árbol de la vida’ de Las Pedroñeras para seguir trabajando en la concienciación y prevención del cáncer de mama.
En este sentido y con motivo del Día Internacional de Lucha Contra el Cáncer de Mama, que se conmemora este miércoles 19 de octubre, hace hincapié en la importancia que tiene un diagnóstico precoz de la enfermedad porque “el cáncer no hay que dejarlo pasar, hay que tratarlo cuanto antes”.
La Prevención y detección precoz son clave en relación con el cáncer de mama. Detectar una lesión cancerosa en un estudio inicial permite realizar una actuación terapéutica más rápida y, en muchos casos, menos agresiva. De este modo, también las posibilidades de que el cáncer se extienda es menor, y, por tanto, el pronóstico de la enfermedad será más favorable con una mayor tasa de curación.
Para ello es necesario aplicar algunas claves como la autoexploración habitual de los pechos, llevar al día las revisiones ginecológicas y participar en los programas de detección precoz.
Desde su experiencia, Estela Fernández anima a todas las personas a que “si notan cualquier cambio, por pequeño que sea, acudan al médico lo antes posible” para que, al igual que en su caso, puedan decir que plantaron cara y vencieron al cáncer.