Efectos del coronavirus en Cuenca
La Covid-19 deja a 615 mayores de la UDP sin servicio de podología
Con el levantamiento del estado de alarma a finales del pasado mes de junio, la actividad ha ido regresando paulatinamente a muchos sectores de la sociedad, aunque en algunos casos no lo hayan hecho aún al nivel previo a la pandemia. En esta tesitura se encuentra, por ejemplo, la Asociación de Jubilados y Pensionistas San Julián-UDP Cuenca, que por la Covid-19 todavía no ha podido recuperar su actividad habitual, habiendo reanudado tan solo el servicio de podología a sus 21.000 asociados; eso sí, no sin problemas.
Y es que las limitaciones para evitar la propagación del coronavirus están condicionando, y mucho, la prestación de este servicio en la provincia de Cuenca hasta el punto de que, según su vicepresidente, Justo Mora, desde que se recuperara el pasado 3 de julio solo se han podido atender a poco más de 2.100 mayores de 141 asociaciones integradas en la UDP de Cuenca, mientras que ha sido totalmente imposible hacer lo propio con otros 615 mayores de otras 41 asociaciones de la provincia.
EFECTOS DE LA COVID-19
Algo que responde, tal y como ha subrayado el presidente de esta asociación de jubilados y pensionistas, Heliodoro Pérez, a las dificultades que se están encontrando, a pesar de los esfuerzos que vienen realizando los ayuntamientos en colaboración con la trabajadora de la UDP, a la hora de prestar el servicio de podología por la imposibilidad y el incumplimiento de los centros de mayores de las condiciones de seguridad sanitaria exigidas por las autoridades para combatir la propagación del coronavirus.
Antes de la pandemia, esos recursos públicos estaban siendo los que albergaban las sesiones itinerantes de podología, pero, según aclara Mora, “en el marco dcl actual escenario de la Covid-19 no reúnen los requisitos necesarios para prestar con seguridad este servicio tan necesario para nuestros mayores, por lo que se está solicitando a los responsables sanitarios, municipio por municipio, la autorización correspondiente para prestar el servicio en alguna de las dependencias del consultorio médico, que, sin duda, cumplen con todas las exigencias sanitarias”. Pero, tal y como apunta, no en todos los pueblos están consiguiendo ese permiso, lo que les está impidiendo literalmente atender las demandas de los mayores de esas localidades.
Es por ello que creen conveniente y primordial la intermediación de la administración para conseguir la autorización pertinente y, de esta manera, dar este servicio a nuestros mayores en estos recursos sanitarios.
No es de extrañar, por lo tanto, que, desde esta asociación de jubilados y pensionistas conquense, se vea con gran preocupación la actual situación, que está dejando a más de 600 mayores de la provincia sin esta atención. Algo que se agrava más, si cabe, en opinión del vicepresidente provincial de la UDP, “si se tiene en cuenta que hay personas que llevan sin este servicio desde hace casi cinco meses, con los problemas de salud que eso conlleva, hasta el punto de que en algunos casos no pueden ni andar y, mucho menos, salir de su casa; todo ello, sin olvidar su avanzada edad y el hecho de que residen en zonas despobladas y sin posibilidad de desplazarse a núcleos más poblados donde poder recibir dicho tratamiento”.
PROTOCOLOS
La verdad es que, tal y como recalcan desde la UDP Cuenca, la pandemia está obligando a tomar todo tipo de precauciones para evitar el tan temido contagio, más aún entre los mayores, uno de los colectivos más vulnerables ante esta pandemia. Y, en esta línea, han puesto en marcha un protocolo para la decena de rutas de este servicio de podología existentes en la provincia, más allá del uso obligatorio de la mascarilla, el mantenimiento del distanciamiento social y la constante higiene de manos y cara, como es el hecho de que se preste en dependencias sanitarias para garantizar la higiene y desinfección del espacio, la elaboración previa de un listado con los datos de todos los usuarios y la hora de atención o la exigencia a los demandantes del servicio que lleven el dinero en efectivo y exacto para evitar lo máximo posible la manipulación de billetes y monedas.
Medidas que, en palabras del presidente de la UDP, responden estrictamente a las directrices marcadas por la autoridad competente y los servicios tanto sanitarios como de podólogos, porque el objetivo final no es otro que “minimizar al máximo el contagio de nuestros mayores”.
Por lo tanto, desde la asociación confían en que todo se pueda ir normalizando, ya que su máxima prioridad es prestar como siempre este servicio a las 182 asociaciones de la UDP en nuestra provincia. Entre tanto, en el presente mes de agosto, se tiene intención de atender a 855 socios de 57 asociaciones.