Su sector es clave en estos momentos de emergencia sanitaria. Pero el cierre de la hostelería tras el estado de alarma dejó a los transportistas en una situación complicada, sin un lugar donde comer algo caliente, asearse o pernoctar, justo cuando están haciendo un sobreesfuerzo para garantizar, entre otras cosas, el abastecimiento de supermercados y tiendas de alimentación. “Pero aunque la primera semana fue dura, ahora la gente se está volcando con los camioneros”, asegura un trabajador de una empresa de transportes de la provincia de Cuenca.
“Se está normalizando todo”, afirma. De hecho, cuenta que hay muchos clientes que han puesto ya a disposición de los transportistas un espacio de “comida base, con bocadillos, piezas de fruta y agua”. “Por ejemplo, en Solán de Cabras han hecho eso con nosotros. Están haciendo el esfuerzo ya que se sigue trabajando para que sus productos salgan”, detalla.
“Luego también hay estaciones de servicio como Repsol que nos dan un bollo, un café con leche y una botella de agua gratis. Y hay ciertos restaurantes que están poniendo comida por la ventana. Aunque ha habido mucha gente que nos ha abandonado, otra se está volcando”, afirma.
No obstante, recuerda que la primera semana tras el estado de alarma fue “muy complicada”. “No se encontraba nada abierto y prácticamente no había nadie que les diese de comer. Y solo había negativas de las gasolineras para entrar a los servicios”, explica, aunque añade que esto ha cambiado con el paso de los días.
De todas maneras, también cuenta que los transportistas están siendo previsores por las circunstancias y se llevan su propia comida de casa. “Los camiones llevan ya sus propias neveras”, destaca.
En esta empresa, está trabajando ahora mismo el 50% de su flota. “Los clientes que continúan abiertas funcionan con relativa normalidad aunque han bajado porque algunos que no eran de primera necesidad han tenido que cerrar”, cuenta este empleado.
Otra de las dificultades es cómo enfrentarse a posibles averías de los vehículos en carretera. “Hasta ahora no hemos tenido muchos problemas. Hasta que se nos averió un camión y es difícil solucionarlo. Encontrar un alojamiento para que pueda pernoctar es también más complicado ahora”, apunta.
“La primera semana fue una locura, hubo mucha incertidumbre. Es triste que la gente haya tenido que reconocer una profesión como la nuestra por un motivo así. Pero algo positivo sacaremos de todo esto. La gente se está volcando quitando algún problema puntual”, insiste.
Además de en España, la empresa también opera en Francia y Portugal pero asegura que no está habiendo “ningún problema en las exportaciones”, indica.
"Y, encima, algunos abusando y se quieren aprovechar para pagarte todavía menos por el viaje de lo que pagaban la semana anterior"Con sede en Las Pedroñeras, Miguel es autónomo en el sector del transporte y tiene a otro trabajador a su cargo. Cuenta que hasta la segunda semana de confinamiento siguieron haciendo rutas más o menos con normalidad aunque en estos últimos días están prácticamente parados y escasean los viajes en una plataforma que utilizan los transportistas para buscar mercancía que trasladar. “Y, encima, algunos abusando y se quieren aprovechar para pagarte todavía menos de lo que pagaban la semana anterior”, lamenta.
Hace dos semanas hizo un viaje desde Las Pedroñeras a un pueblo de Córdoba para transportar ajos, lo que le supuso entre cerca de nueve horas al volante entre la ida y la vuelta. Se llevó la comida de casa y botellas de agua previendo que no iba a encontrar nada abierto.
“Paré en un sitio que está lleno siempre de camiones y estaba cerrado. Solo te puedes tomar un café de máquina en un surtidor. Me tuve que apañar así”, relata.
“Y también hay sitios donde antes cargaba que ahora han cerrado”, añade. “Sale algún viaje de cebollas pero poco porque también está mal por el precio. Otros años estábamos a tope por estas fechas”, explica este transportista. Consciente de las dificultades a las que se va a enfrentar a partir de ahora, también aprovecha para quejarse de “lo mal que pagan a las pequeñas empresas”, asegurando que acumula retrasos “de meses” en el abono de las facturas mientras que él sí tiene que pagar el IVA a la administración. “Algunos no nos pagan nunca”, denuncia, por lo que pide que se dé lo que corresponde al Gobierno una vez que se haya cobrado.
Por su parte, desde Minglanilla, José Luis explica que sus conductores cubren la ruta hacia Madrid o Valencia y, como el trayecto no es muy largo, se llevan su almuerzo y comida. "Los que van a Valencia y vuelven, incluso se esperan para llegar a casa y comer aunque sea un poco más tarde", precisa. Además, también transportan mercancías a Palma de Mallorca pero una vez que van en el barco, sí hay servicio de restauración, por lo que sus trabajadores no han sufrido mucho el cierre de los establecimientos de hostelería por todo el país.
PUNTO DE INFORMACIÓN SOBRE SERVICIOS DE RESTAURACIÓN
Por su parte, con el fin de servir a transportistas, viajeros, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y otros trabajadores de servicios esenciales, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha publicado en su página web un punto de información con la ubicación de las instalaciones donde se ofrecen restauración y venta de comida preparada para llevar, así como las que disponen de servicios de ducha, en el entorno de las principales autovías y carreteras de España.
La información se muestra georreferenciada en un mapa, con el fin de facilitar su localización por los profesionales, y se actualiza constantemente a partir de los datos que reciba el Ministerio.
La información puede consultar a través del siguiente enlace: https://www.mitma.es/transporte-terrestre/punto-de-informacion-de-servicios-de-restauracion