Más de un centenar de comerciantes, junto a algunos trabajadores, se concentraron a primeros de mayo en la capital para pedir a los conquenses que consumieran en Cuenca si no querían que el comercio tradicional acabara cerrando sus puertas ante la pérdida poblacional y el auge de las compras on-line a través de empresas que no son de Cuenca y, en muchos casos, ni siquiera nacionales, lo que impide que el dinero gastado se reinvierta en la provincia.
Pero una de las soluciones que los trabajadores consideran necesaria para reactivar el consumo choca con los intereses del empresariado en la negociación del convenio colectivo del sector que afecta a unos 6.000 trabajadores: la subida de su sueldo.
“Hace unas semanas la patronal organizó unas jornadas para incentivar el consumo en la ciudad y nosotros apoyamos este tipo de iniciativas, pero es imposible que los trabajadores consuman si sus salarios no se revalorizan como mínimo lo que sube el coste de la vida y en consonancia con los aumentos de beneficios empresariales”, advierte Alfonsi Álvarez, de UGT.
Porque, según denuncia la secretaria de Acción Sindical de la Federación de Servicios Movilidad y Consumo de UGT Cuenca, la patronal propone subidas salariales de apenas el 1 por ciento para 2019; del 1,5 por ciento para 2020 y del 2 por ciento para 2021, algo que “queda un poco lejos de los incrementos pedidos a nivel nacional y europeo y de lo firmado en el cuarto acuerdo nacional”.
En concreto, en UGT demandan una subida mínima de un 2 por ciento para cada año. “Lo que no entendemos es que haya un acuerdo nacional pactado que no se vaya a cumplir en provincias como Cuenca. Una subida que además no nos parece excesiva: actuamos con prudencia y responsabilidad”.
De esta manera, entienden que se revalorizarían unos sueldos en general bajos, que en el caso de un trabajador sin antigüedad apenas rondan los 800 euros al mes, lo que animaría a los dependientes a consumir. “Quieren que consuma, pero no quieren subir el salario a sus trabajadores, con lo cual estos no podrán consumir, sino que se contendrán el gasto y eso ya sabemos adónde nos lleva: a otra recesión”.
En UGT argumentan asimismo que, para un pequeño comercio, la subida del 2 por ciento apenas supondría un desembolso de unos 150 euros anuales por trabajador, siendo además en muchos casos empresas familiares con muy pocos trabajadores contratados. “Ninguna empresa va a cerrar por mejorar las condiciones de los trabajadores: si lo hacen será por otros problemas”. Las mayores contrataciones se encuentran en las grandes superficies, donde según UGT sí hay beneficios. Y se da el caso de que un dependiente de una misma gran superficie de Albacete gana en torno a 1.500 euros mas al año que uno de Cuenca “realizando las mismas funciones con los mismos horarios”.
Además del tema salarial, en UGT denuncian que la patronal ha planteado limitar a dos veces al año la visita al médico de cabecera cuando actualmente no hay límites en este aspecto, lo que UGT considera directamente “inadmisible”.
Los salarios no se recuperan tras la crisis
Según aseguran en UGT, desde el inicio de la crisis en 2008 la distancia con la media nacional en costes laborales se ha acentuado en Castilla-La Mancha.
Así, aunque el coste estrictamente salarial por hora trabajada en servicios ha aumentado, lo ha hecho solo 0,61 euros, por debajo del IPC. Y el coste laboral total por trabajador en el sector servicios de Castilla-La Mancha ha sido de 2.125 euros al mes en el primer trimestre de 2019, 340 euros por debajo de la media nacional.
En concreto, según los datos publicados por el INE en la Encuesta Trimestral de Coste Laboral, en Castilla-La Mancha el coste estrictamente salarial por hora trabajada en servicios es inferior en 1,88 euros al coste en España.
Por todo ello, en UGT instan a todas las patronales del comercio y la hostelería de la región con convenios bloqueados a “ser coherentes con la realidad de los trabajadores si quieren que sus sectores funcionen”.
