Además de atención médica, los enfermos de cáncer necesitan también otro tipo de cuidados. Desde la pasada semana, los pacientes de La Mancha y sus familiares cuentan con un nuevo recurso para enfrentarse a la dolencia: el centro que ha puesto en marcha en Belmonte la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), que ya está prestando servicios psicológicos, sociales y de fisioterapia a toda la comarca. El colectivo espera llegar este año a entre 800 y 1.000 personas.
El proyecto comenzó a fraguarse hace un año, cuando la junta local de AECC en Belmonte, presidida por María Jesús Mazcuñán Beleña, planteó a la delegación conquense de esta asociación la posibilidad de crear un centro de estas características para dar servicio a la comarca.
“Estudiamos los indicadores del cáncer en la zona y vimos que se nos necesitaba”, explica Alberto Ortega, gerente de AECC Cuenca. Y se pusieron a trabajar para materializar la idea que, aunque ha habido retrasos a consecuencia de la pandemia, finalmente ha visto la luz gracias a la implicación de todos: del Ayuntamiento, que ha cedido el espacio -una guardería en desuso-, lo ha acondicionado y se encargará de su mantenimiento; de la Junta; y de particulares y empresas que han hecho donaciones, entre ellas la belmonteña Boticaria García, que ha destinado parte del dinero recaudado con la venta de mascarillas a este proyecto; además de la propia Asociación Española Contra el Cáncer, y los socios y voluntarios que la hacen posible.
Tres profesionales -la psicooncóloga Rocío López Gómez, la trabajadora social Prado Parra Fernández y el fisioterapeuta Rubén Hidalgo Bascuñana- se van a desplazar todos los miércoles, de momento, hasta el centro de Belmonte para atender, con cita previa, a los enfermos y sus familiares aunque, si hay más demanda, se podría ampliar a más días.
“Con este centro, la comarca tiene ya los mismos servicios que se prestan en Cuenca capital”, destaca el gerente de AECC Cuenca, que avanza que la asociación intentará extrapolar en un futuro la iniciativa a otras zonas de la provincia, por lo que aprovecha para hacer un llamamiento a las instituciones y a las empresas para que se impliquen y colaboren con la asociación porque toda ayuda es bienvenida para financiar los distintos programas que desarrolla el colectivo para mejorar la vida de los enfermos oncológicos y de sus familias.
Ortega destaca asimismo el papel de las juntas locales de AECC, que también han venido desarrollando una importante labor recaudatoria para conseguir fondos para la asociación. “Queremos devolver a la sociedad lo que nos están dando”, apunta el gerente.
Y prueba de ello es este centro, que ha sido homologado como servicio sociosanitario por el Gobierno regional y cuenta con una recepción, una sala de espera, dependencias en las que se prestan la atención psicológica, social y fisioterapéutica, además de una sala polivalente, en la que la asociación también tiene previsto desarrollar otro tipo de actividades como charlas.
“Las instalaciones son muy amplias; permiten mantener perfectamente las distancias necesarias en estos momentos por la Covid-19 y garantizan la intimidad de los pacientes”, considera Ortega.
Evitar desplazamientos
La presidenta de la junta local de AECC en Belmonte celebra la puesta en marcha de este centro, que va a posibilitar una atención integral a los afectados por cáncer y les evitará desplazamientos hasta la sede de AECC en Cuenca. “También necesitan cuidados físicos y psicológicos”, incide Mazcuñán Beleña.
En este punto, recuerda que los pacientes intentaban aprovechar antes el viaje que hacían hasta la capital para el tratamiento de quimioterapia o las revisiones para pasarse también por las instalaciones de la asociación para recibir atención psicológica o asesoramiento para cuestiones sociales. “Y, a veces, no te apetece en esos momentos porque te encuentras mal”, admite la representante, que aprovecha para destacar la labor de las mujeres que la acompañan en la junta local.
“El proceso del cáncer es muy duro para enfermos y familiares. Surgen muchas dudas, mucha incertidumbre, tristeza, rabia... Hay muchísimas emociones”
Una de las profesionales que se desplazarán hasta el centro de Belmonte es la psicooncóloga Rocío López Gómez, que resalta la importancia de que los enfermos reciban este tipo de atención dado que en la sanidad pública se presta atención psicológica clínica para tratar dolencias como la depresión o la ansiedad.
“El proceso de la enfermedad es muy duro tanto para los pacientes como para sus familiares. Surgen muchas dudas, mucha incertidumbre, tristeza, rabia… Hay muchísimas emociones. Además, surge el tabú de la muerte. Y, aunque todo salga bien y se recuperen, tienen que aprender a vivir con lo que nosotros llamamos la espada de Damocles, que es el miedo a la recaída”, explica.
Y también los familiares requieren atención psicológica: “Lo que más les preocupa es cómo cuidar a los enfermos. A veces se sienten frustrados porque no saben cómo actuar. Y también hay que trabajar con ellos el autocuidado”.
Para esta profesional, lo más importante es “no luchar contra las emociones”: “Si se niegan la tristeza o la rabia, van a permanecer más tiempo. Y también se tiene derecho a la queja y hay que permitirse expresar las emociones para que salgan”.
LAS OPINIONES
Alberto Ortega. Gerente de AECC Cuenca:
"El nuevo centro de Belmonte tiene los mismos servicios que se dan en la sede de AECC de Cuenca capital (social, psicólogico y de fisioterapia). Las dos pandemias que están sufriendo los enfermos de cáncer nos han motivado aún más para poner en marcha el proyecto para toda la comarca. Todos nuestros servicios son gratuitos y universales, por lo que atendemos a cualquier paciente oncológico, esté asociado o no”
Lourdes López. Alcaldesa de Belmonte:
“Este centro es un sueño que comenzó hace un año para acercar estos servicios a los pacientes de cáncer de la comarca. Es una apuesta por el medio rural. El Ayuntamiento de Belmonte ha cedido el espacio, lo ha acondicionado y también se va a hacer cargo del mantenimiento. Siempre vamos a apoyar este tipo de iniciativas; es una obligación. Mi agradecimiento a todas las personas que lo han hecho posible”.
María Jesús Mazcuñán . Presidentea de la Junta local de AECC en Belmonte:
“Llevamos un año trabajando en este proyecto para dar más servicios a nuestro pueblo y a la comarca, al mundo rural. Todo el mundo ha colaborado y desde todos los sitios nos lo han puesto muy fácil. La pandemia ha retrasado algo su puesta en marcha pero al final se ha conseguido. Este centro para los enfermos de cáncer es el resultado del trabajo de mucha gente remando en el mismo sentido” .