El Centro de Estudios de La Manchuela (CEM), fundado en 1995 por Javier Cuéllar y Pedro Pardo, celebró este pasado sábado en el Auditorio Municipal de Iniesta un acto conmemorativo por su XXV aniversario, el cual debería haberse celebrado en 2020 pero tuvo que posponerse a este año a causa de la pandemia.
En el acto -en el que también estuvieron presentes el alcalde de Iniesta, José Luis Merino; y la teniente de alcalde y diputada provincial, Rocío Pardo-, el presidente del CEM, Javier Cuéllar, hizo un repaso por la trayectoria del centro, cuyo origen proviene de la extinta Asociación Cultural Egelaxta, y puso en valor las aportaciones y colaboraciones de todas las personas que, de una manera u otra, han contribuido con la entidad.
“El Centro de Estudios de La Manchuela nació de la idea de dos locos que no querían que el patrimonio histórico y cultural de Iniesta cayera en el olvido y tenemos que dar gracias infinitas a muchísima gente que ha colaborado en nuestras publicaciones, bien como informantes, bien cediéndonos documentación o bien escribiendo libros”, subrayó.
Cuéllar explicó así que en estos 25 años el CEM ha editado y publicado 37 libros, todos ellos relacionados con el patrimonio iniestense y de La Manchuela, y 30 números de revistas como La Voz de Iniesta, Yanasta o Egelasta. “Todo esto no habría sido posible sin nuestra importantísima base social, nuestros socios, que a día de hoy son 140, y sin el apoyo de las instituciones, principalmente del Ayuntamiento de Iniesta y también de la Diputación de Cuenca. Gracias a todo esto, podemos decir que Iniesta cuenta con un patrimonio bibliográfico local como ningún otro municipio”, apuntó.
Por su parte, el primer edil ensalzó la labor que el CEM ha realizado a lo largo de todo su recorrido y puso en valor, precisamente, ese patrimonio bibliográfico: “Decía Javier que eran un par de locos con una idea y yo digo que benditos locos, ya que gracias a ellos contamos con esta larga bibliografía de Iniesta”, destacó, señalando dos expositores en los que se podían ver todos los libros y revistas publicadas. “Mi equipo de gobierno nunca ha dudado de la gran labor que hacéis por nuestra cultura y desde el Ayuntamiento siempre contaréis con nuestro apoyo”, añadió.
Desde su nacimiento, el CEM publica cada año un libro (en ocasiones, dos) y, para conmemorar este XXV aniversario, el sábado se presentó también su última publicación, Conversos y “judaizantes” de Iniesta entre los siglos XV y XVI, del historiador Aurelio Pretel Marín, quien ya colaboró con el centro en 2015 con la publicación Don Enrique de Villena: retrato de un perdedor.
Pretel se doctoró en Historia en 1976 y ha sido profesor de Secundaria durante 38 años y también de Historia Medieval y Paleografía de la UNED. Además, es miembro de la Real Academia de la Historia y de la Sociedad Española de Estudios Medievales y también ha publicado una treintena de libros monográficos y ha colaborado en diversas obras colectivas.
Tras la presentación por parte de Javier Cuéllar, quien alabó la carrera profesional del historiador, Aurelio Pretel también quiso elogiar el trabajo del CEM, “un verdadero ejemplo de la cultura popular”. Seguidamente explicó el proceso de creación de este libro, para el que ha tenido que trascribir más de 500 fotografías de documentos de los procesos de la Inquisición en Iniesta que se guardan en el Archivo Diocesano de Cuenca.
Según se refleja en la propia obra, “es un libro documental que introduce al lector a esa parte de la Historia en la que los protagonistas fueron judíos y conversos, inquisidores y verdugos, delatores y acusados, mujeres y hombres que padecieron injustas y arbitrarias sentencias, penas y castigos, infamias y tormento”.
Pretel deleitó al público con un repaso detallado por los aspectos más destacados del libro, por las costumbres y tradiciones judiegas y por los cinco procesos que se produjeron en Iniesta, todos ellos a mujeres. La obra se puede conseguir en el Centro de Estudios de La Manchuela.
Además, este fin de semana se ha vivido en Iniesta un programa cultural que comenzó el viernes con la actuación del grupo folklórico Caño Gordo, de Tarancón, y con el concierto del domingo del Orfeón Iniestense, cuya actuación se hizo en homenaje de las víctimas de la pandemia y de todas las personas que han trabajado y siguen haciéndolo para paliar los efectos de la crisis sanitaria.
