Un brindis, con distancia de seguridad incluida, y vuelta al trabajo. Así ha sido la primera celebración en Cárnicas Frivall, el matadero y sala de despiece de porcino ubicado en la localidad de Villar de Olalla, próxima a la capital, donde han ido a parar la mayoría de los décimos premiados con un tercer premio, en el Sorteo de la Lotería de Navidad, vendidos en la administración de lotería del Centro Comercial El Mirador de Cuenca.
“Ha sido un año muy duro y este premio viene a compensar el esfuerzo que han realizado los trabajadores durante la pandemia", señala a Las Noticias Enrique Simarro, responsable de Recursos Humanos de Cárnicas Frivall.
En Cuenca se han vendido 150 décimos, 7,5 millones de euros y la mayoría han correspondido a los trabajadores del matadero y a los de las empresas asociadas “todas en el entorno de Cuenca y Villar de Olalla”, señala Simarro.
Alegría, nervios y euforia. En el matadero esta mañana se han vivido emociones de todo tipo aunque, debido a las medidas de restricción por la Covid, no se ha podido celebrar como lo hubieran querido por las medidas de seguridad.
Aún así, y con la distancia preceptiva, no ha faltado el brindis con champán a las puertas del matadero antes de seguir con el trabaj, puesto no se ha parado la producción
Eran las 11.30 de la mañana cuando el 52.472 llevaba la alegría a los trabajadores de esta empresa cárnica. Cada año juegan un número diferente, y este año la elección ha sido de María y Alfonso, dos trabajadores de la empresa que con su decisión han llevado la suerte a muchos hogares.
“El premio está muy repartido entre los trabajadores y sus familias, yo mismo he compartido cinco décimos con mi familia”, señala Enrique Simarro, quien reitera lo merecido del premio.
“La gente ha estado trabajando muy duro. Ha sido un año muy difícil, y esto, de alguna forma, es un premio al esfuerzo que se ha realizado”, apunta.
Por su parte, Alfonso, empleado de Administración en la empresa y uno de los afortunados, ha incidido en que el premio "está muy repartido" aunque no se conoce cuántos trabajadores habían comprado este número que se había elegido este año "al azar". Eso sí, mañana habrá que volver al tajo: "Hay que seguir cumpliendo con el trabajo".