El Castillo de Garcimuñoz ampliará espacios visitables de cara al próximo año
Castillo de Garcimuñoz, municipio declarado conjunto histórico desde 2002, es conocido por poseer dos castillos que se encuentran construidos uno sobre otro. El primero data de 1312 y fue habitado por don Juan Manuel, quién desde él controlaba el señorío de Villena, mientras que en 1458 don Juan Pacheco mandó construir uno nuevo sobre los restos del anterior.
La fortificación al completo fue restaurada por Izaskun Chinchilla entre los años 2010 y 2016. En ese tiempo, se excavaron los restos del castillo de don Juan Manuel, que se encontraban sepultados al haberse usado este espacio como cementerio durante años. En ese punto se dejaron al aire libre estructuras que llevaban siglos enterradas para que pudieran ser contempladas por los visitantes, pero comenzaron a deteriorarse por el efecto de la lluvia y el paso de turistas, que tampoco ayudó a su conservación. Ante esta problemática se cerró al paso en 2018 y tan solo se dejó abierto a visitas el castillo de don Juan Pacheco.
Ahora, la Diputación Provincial de Cuenca ha concedido al Ayuntamiento de Castillo de Garcimuñoz una ayuda de 240.000 euros para consolidar y restaurar los restos del castillo de don Juan Manual con el objetivo de volver a reabrirlo, aunque también se va a intervenir en el de don Juan Pacheco. “Llevamos mucho tiempo detrás de conseguir la financiación necesaria para actuar en este espacio emblemático del pueblo y por fin lo hemos conseguido”, señala el alcalde, Justo López.
Las obras, cuyo plazo de ejecución estimado es de 9 meses, contemplan la recuperación de un banco corrido que se extiende por todos los muros del castillo de don Juan Manuel, así como de un fragmento de piso hecho con guijarro y un horno. Además, se va a recuperar un laberinto que representa las dificultades que tenía el cristiano para alcanzar la salvación. “Hay elementos muy curiosos como un juego parecido a las tres en raya que está dibujado en el banco corrido”, explica el teniente de alcalde, Miguel Ángel Castillo.
En la parte superior, la que corresponde al castillo de Juan Pacheco, también se va a intervenir. Por un lado, se va a sustituir la piedra de los cortejadores, los bancos integrados en la mampostería situados a cada lado de la ventana donde los señores se sentaban a conversar. Además, se van a restaurar muros que se han visto afectados por las condiciones climáticas.
Una vez que las reparaciones finalicen, se volverá a instalar la cartelería para que el visitante pueda complementar la información de la audioguía con estos paneles. “Se volverá a abrir al público el castillo de don Juan Manuel”, asegura el alcalde. En este sentido, para evitar que el tránsito de personas dañe el pavimento se colocarán tapas de alcantarilla, que dispuso Izaskun Chinchilla durante su actuación, para construir un paso por el que caminar sin llegar a tocar el suelo originario de la fortificación. Eso sí, esas tapas estarán integradas en una capa de grava para evitar tropiezos y caídas. “Se va a hacer un circuito para que se puedan ver las diferentes estancias, sin peligro para los visitantes y protegiendo las estructuras”, subraya el teniente de alcalde.
Una vez concluyan las reparaciones, el castillo volverá a abrir sus puertas y el precio de la entrada será de cinco euros. “Durante los años en los que el castillo de don Juan Manuel ha permanecido cerrado redujimos el coste de la entrada a tres euros”, recuerda el teniente de alcalde. Cabe recordar que el ticket incluye la entrada al castillo y la audioguía, que se actualizará tras esta restauración.
PROMOCIÓN
A parte de la restauración, el Ayuntamiento está centrado en promocionar este emblemático castillo para impulsar el turismo en el municipio. A partir de la Asociación de Castillos y Palacios Turísticos de España, el Consistorio aspira a crear una ruta que conecte el castillo de Belmonte y el de Alarcón con el de Castillo de Garcimuñoz para ofrecer una ruta atractiva al visitante.
Y es que, el aparcamiento para autocaravanas que hay junto al castillo creen que pueden ser un gran aliciente para incrementar las visitas que actualmente superan las 3.000 al año. “Queremos conservar el castillo, que sea un aliciente para el pueblo y que si se incrementa el turismo los vecinos se animen a montar algún negocio como un bar o pequeño hotel rural que beneficie positivamente a la economía local”, sentencia el alcalde.
PROYECTOS DE FUTURO
De cara a próximos años, el Ayuntamiento de Castillo de Garcimuñoz plantea la posibilidad de reubicar fuera del castillo la taquilla, que actualmente se encuentra dentro de la torre del homenaje. Del mismo modo, proponen retirar los elementos decorativos que se instalaron delante de la puerta principal durante la rehabilitación de Izaskun Chinchilla “para que pueda contemplarse bien ese impresionante pórtico”, coinciden López y Castillo.
El presidente de la Diputación de Cuenca, Álvaro Martínez Chana, ha visitado recientemente estas obras acompañado del alcalde de la localidad y miembros de su equipo de Gobierno para comprobar la marcha de los trabajos en el emblema del municipio.
Martínez Chana ha destacado la importancia de estas obras que financia la institución provincial y cuya ejecución es a cargo del Ayuntamiento para asegurar la protección del patrimonio para que llegue en las mejores condiciones posibles a las nuevas generaciones.
En este sentido, el presidente reiteraba que las actuaciones en patrimonio deben, además, buscar el mayor beneficio para nuestros pueblos generando riqueza y empleo que ayude a fijar la población y que estos espacios puedan ser aprovechados y disfrutados por los vecinos.
Por ello, Martínez Chana ponía a Castillo de Garcimuñoz como un ejemplo de cómo el patrimonio se pone a trabajar al servicio de las personas convirtiendo la fortaleza de don Juan Manuel en un referente turístico de la comarca y, al mismo tiempo, un eje cultural de la vida del pueblo albergando numerosos eventos culturales en el que participan activamente los vecinos y que suponen un importante reclamo para los visitantes.
Una intervención que venía motivada por la urgencia de frenar los daños que la erosión de la lluvia estaba causando en algunos elementos y que ponía en riesgo su integridad con posibilidad de que fueran irreparables y buscando la consolidación de las fachadas y murallas existentes al tiempo que se realizará una recuperación volumétrica de aquellas zonas perdidas usando las piedras desprendidas y añadiendo material similar donde sea necesario.