El Gobierno de Castilla-La Mancha ha mostrado hoy su "decepción" por la aprobación de un nuevo trasvase del Tajo al Segura por parte de la comisión de explotación y ha pedido al Ejecutivo central que no lo autorice y que derogue el Memorándum.
En declaraciones a los medios de comunicación, la consejera de Fomento, Agustina García Élez, ha afirmado que el Gobierno castellanomanchego recurrirá también el nuevo trasvase, y ha lanzado un llamamiento a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, para que "de una vez por todas la sensatez y el sentido común" se impongan en el trasvase.
De hecho, ha vuelto a invitar a Ribera a que visite los pantanos de cabecera y conozca la situación del Tajo medio a su paso por Talavera de la Reina o Toledo, ya que ha asegurado que unos pantanos a un 23 por ciento de su capacidad "no están en situación de normalidad" y, por tanto, "no sobra agua".
Los pantanos, según la consejera de Fomento, pierden "día a día" hectómetros cúbicos, en concreto 8,3 en la última semana, además de que se sigue trasvasando el agua de los trasvases que se han autorizado en meses anteriores.
En este sentido, García Élez se ha preguntado "cómo se puede autorizar un nuevo trasvase sin saber cómo se van a encontrar los pantanos dentro de uno o dos meses", y ha subrayado que el Gobierno regional pedirá también "formalmente" al Ministerio la derogación del Memorándum y de las reglas de explotación en la reunión que mantendrá en la primera semana de noviembre con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán.
Según la responsable regional en materia de agua, la aprobación de los últimos trasvases se debe a la existencia del citado Memorándum que, ha recordado, se aprobó "a espaldas de los intereses de Castilla-La Mancha" y por parte de gobiernos con mayoría absoluta tanto en la Comunidad Valenciana, en Murcia como en Castilla-La Mancha.
"Se aprobó por parte de unos pocos", ha criticado, y ha abogado por un pacto del agua que "tiene que ser de todos", y en el que los intereses de todas las comunidades estén "a la par y en la misma situación de partida".
Es más, ha agregado, que "no es que el Gobierno de España no esté cumpliendo con Castilla-La Mancha, sino que no está cumpliendo con su palabra, ya que desde el inicio de la legilatura la ministra ha dicho que los trasvases tenían que ser algo extraordinario y lo que estamos viendo es que mes tras mes se está convirtiendo en algo ordinario".
Por ello, el presidente regional, Emiliano García-Page, también pondrá sobre la mesa el tema del agua en la reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el 15 de octubre, ha precisado García Élez.
No obstante, preguntada por las dimisiones que han pedido los municipios ribereños tras la aprobación del nuevo trasvase, ha dicho que considera que "es momento de sentarnos a la mesa ahora que sí que parece ser que nos escuchan", y ha defendido que existe una comunicación "fluida" con el Ministerio y que se ha avanzado en la presencia de Castilla-La Mancha en la comisión de explotación..
A este respecto, ha indicado que la Consejería está trabajando "de la mano" de los pueblos ribereños para la constitución de la mancomunidad y que de esta manera puedan tener los mismos derechos que el resto de miembros de la comisión.
La consejera ha reconocido que la negociación en materia de agua "es dura y va a costar", pero ha manifestado: "Al final aquí estamos para ser valientes y para eso hay que tomar decisiones consensuadas", y ha abogado por la alternativa de la desalación e incluso ha recordado que Castilla-La Mancha se ha mostrado favorable a que se financiara el precio del agua de la desalación "si el problema es el precio".
"No estamos poniendo impedimentos sino que lo que estamos poniendo son facilidades al Gobierno de Sánchez para que llegue a acuerdos en materia de infraestructuras y sobre todo para buscar nuevos caminos en el Levante", ha concluido.