“No podemos hacer frente a los costes. El precio de los fertilizantes casi se ha triplicado y así todo. No nos sentimos valorados. Es una lástima. Luego se quejan de que nadie se quiere dedicar a la agricultura”, lamenta Manolo Langreo, uno de los profesionales que se han sumado a la caravana de tractores y vehículos que ha recorrido la ciudad en defensa del sector, que se enmarca dentro del calendario de movilizaciones convocado por Asaja, UPA y COAG en el conjunto nacional.
Cerca de 200 vehículos se han sumado a la protesta, según cálculos de Asaja, aunque el presidente de esta organización agraria de Cuenca, José María Fresneda, hacía hincapié en que lo importante no es el número sino “el mensaje”: “Tenemos una tabla reivindicativa más que justa”.
El responsable -que ha comparecido antes de la movilización junto a Julián Morcillo, secretario general de UPA CLM, Julián Morcillo- ha denunciado el aumento de los costes de producción. “Hay un modelo, que es el que defendemos nosotros, que garantiza el bienestar animal, la seguridad alimentaria y la protección del medio ambiente”, ha señalado, advirtiendo de la “amenaza palpable de los modelos conservacionistas que hay en nuestro país y que vienen con fuerza arreando desde Europa”.
“Y una clase política que nunca hace lo que se compromete a hacer con el campo. Ni Gobierno ni oposición”, ha criticado asegurando que la situación actual es “muchísimo peor” que cuando se movilizaron a principios de 2020. “El nivel de depresión que hay en el sector en el medio rural es muy grande”, ha añadido.
A su juicio, la ley de cadena alimentaria que se ha aprobado no garantiza “para nada la seguridad jurídica a los profesionales que no tienes estructuras suficientes para haber establecido un modelo en su explotación que pueda establecer bien los costes de producción”.
En cuanto a la futura PAC, afirma que el agricultor de Cuenca va a cobrar por “lo mismo” cuatro veces menos que el de “alguna otra región”, al tiempo que ha criticado el modelo conservacionista: “Hoy vale más la vida del lobo que las ovejas del ganadero. Y nos contentan con ayudas”. El representante ha calificado este hecho de “bochorno” porque considera que le quita “dignidad a los profesionales de la agricultura y ganadería”.
“Si las cosas no cambian, estamos abocados a enfrentarnos a una futura pandemia de abastecimiento y de alimentación”, ha llegado incluso a decir.
Por su parte, el secretario de UPA Castilla-La Mancha, ha recordado que la situación de los precios en los primeros meses de 2020 estaba llevando a estas explotaciones “al límite” pero que el sector ha seguido produciendo y abasteciendo a la ciudadanía durante la pandemia.
Respecto al momento actual, ha puesto el acento en el incremento de costes de producción “brutal”, desde el gasoil a los abonos, piensos y la luz. “Es el momento de poner freno”, ha clamado. Por ello, ha preguntado a las administraciones si se va hacia un modelo “globalizado, sin reglas, que favorece especulación y tiene efectos perversos sobre explotaciones locales” que garantizan el suministro y la supervivencia de los pueblos. Así, ha demandado medidas a corto plazo para frenar la subida de precios pero, sobre todo, a largo para proteger y defender a estas explotaciones frente a las exportaciones de otros lugares en los que no se respetan las normas que a ellos les exigen.
En relación con la ley de la cadena alimentaria el Ministerio de Agricultura, la ha definido como un “avance importante” aunque ha exigido que se cumpla en relación con la garantía de los costes de producción. “La solución puede venir por ayudas pero sobre todo pero por el precio que percibamos por nuestros productos”, ha considerado.
La tractorada ha partido de las instalaciones de Asaja Cuenca sobre las once y media de la mañana y ha entrado a la capital por la A-40, recorriendo las calles Avenida de República Argentina, Fermín Caballero, Hermanos Becerril, Avenida de Juan Carlos I, para bajar por la Ronda Oeste hasta la rotonda del Agricultor.
Carlos Gil García, agricultor de la capital que lleva una veintena de años en el sector, también lamentaba la escalada de costes que está asumiendo el sector y que repercuten también en el consumidor. "No sabemos qué va a pasar", se preguntaba.