Ha quedado más que demostrado que la pandemia de la Covid-19 no hace distinciones y sus nefastas consecuencias se hacen notar en todos los sectores productivos, aunque, eso sí, en unos más que en otros. Las estaciones de servicio de la provincia de Cuenca son uno de ellos, puesto que se están viendo muy perjudicadas por las restricciones, en especial desde la entrada en vigor hace unas semanas de los cierres perimetrales en las distintas comunidades autónomas, que han reducido notablemente la movilidad, dejándola en algunas zonas en algo testimonial.
De hecho, desde la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de la Provincia de Cuenca (Asemescu), su presidente, Miguel Celdrán Nuño, alerta de la delicada situación en la que se encuentran en la actualidad este tipo de establecimientos, unos más que otros, ya que algunos de ellos están sufriendo caídas en la facturación del 90 por ciento durante los fines de semana, a raíz de los cierres perimetrales decretados en Madrid y la Comunidad Valenciana.
Y es que, tal y como recalca Celdrán, la provincia de Cuenca es un eje fundamental entre Madrid y Valencia y el hecho de que la gente no pueda salir de su región está pesando mucho en las gasolineras, que están viendo caer sus ventas de manera estrepitosa sin poder hacer nada para evitarlo. Tan solo les queda intentar aguantar como sea, puesto que, según recuerda el presidente de Asemescu, desde el inicio de la pandemia se ha considerado este sector como servicio esencial y el cierre temporal no ha sido una opción; algo, en su opinión, que no tiene sentido, puesto que la principal y más recurrida medida contra la pandemia es la restricción en la movilidad, que afecta directamente a las estaciones de servicio.
Aun así, no duda en asegurar que el sector ha estado y está a la altura de las circunstancias y ha demostrado total responsabilidad frente a la Covid-19 implementando todas las medidas de seguridad sanitaria establecidas por las autoridades, aunque considera que el Estado no ha sido recíproco.
No en vano, Celdrán recuerda que “nos hemos visto obligados a ser un sector esencial desde el inicio de la pandemia y luego nadie se acuerda de las estaciones de servicio, a pesar de que nos está haciendo mucho daño”. Es por ello que echa de menos ayudas para el sector, bien sean directas o indirectas, como, por ejemplo, la bonificación de algunos de los muchos impuestos a los que tienen que hacer frente.
Y es que, en su opinión, no hay que olvidar las peculiares características de nuestra provincia, en la que se pueden encontrar estaciones de servicio a lo largo de las autovías, que implican una gran cantidad de puestos de trabajo, y otras más pequeñas, enclavadas en el medio rural, que se convierten en indispensables para la población; establecimientos, todos ellos, que, por lo tanto, no pueden caer en el olvido.
Además, para Celdrán nuestra provincia es una de las más afectadas por la Covid, porque la facturación de sus estaciones de servicio está directamente ligada al turismo y no hay industrias que puedan mantener la demanda como ocurre en otras, lo que, a su juicio, les hace tener menos expectativas de recuperación.
Las dos gasolineras del Área 77, ubicadas en ambos sentidos de la A-3 (Madrid-Valencia) a la altura del término de Belinchón, bien pueden servir de ejemplo de la actual situación del sector en la provincia. Su propietario, Carlos Manzanares, asegura que han experimentado una reducción media en la facturación del 65%, que en los fines de semana llega al 80%. No es de extrañar que crea indispensable que se apoye al sector, pero de manera inmediata, porque la situación es muy delicada y la incertidumbre se está adueñando de empresarios y trabajadores ante la evolución de la pandemia.