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Los bomberos denunciarán a la Diputación por una posible vulneración de sus derechos laborales
Los trabajadores del servicio de bomberos de la Diputación Provincial de Cuenca han decidido este jueves por unanimidad presentar una demanda por conflicto laboral contra la institución provincial en el Juzgado de lo Social al entender que el equipo de gobierno que preside Benjamín Prieto ha vulnerado derechos fundamentales, entre ellos el artículo 37 de la Constitución Española que garantiza el derecho a la negociación colectiva, al no regirse en estos momentos sus condiciones laborales por ningún convenio al caducar el del desaparecido Consorcio 112 y negarse la Diputación a acogerlos en el convenio del personal laboral de la Diputación, como ellos han solicitado.
La gota que ha colmado el vaso es un reciente “decretazo sacado de la manga” que les obliga a realizar casi cien horas más de trabajo “de un plumazo”, y otro que les insta a trabajar los fines de semana de verano. “El secretario regional del PP, Vicente Tirado, exigía recientemente a García-Page, en presencia de Benjamín Prieto, que redujera la jornada de los trabajadores de la Junta a las 35 horas y él nos las amplía a 40”, claman.
Además de esta demanda, los trabajadores, con 35 votos a favor, once en contra y cuatro abstenciones, han acordado no realizar ningún servicio extraordinario de los que hasta ahora llevaban a cabo de forma voluntaria como asistir a cursos y charlas divulgativas o a celebración de fuegos artificiales como medida preventiva.
Críticas a la gestión de Prieto
Esta denuncia llega tras siete años de gobierno de Benjamín Prieto, un periodo durante el que, según apunta el presidente del Comité de Empresa, Mariano Polo, se ha producido un “deterioro constante de nuestros derechos laborales y de la calidad del servicio”.
En el caso de la plantilla, formada en la actualidad por 28 bomberos por parque (Tarancón y Motilla del Palancar) y cinco operarios, aseguran que de poder establecer turnos de doce trabajadores para toda la provincia (seis por parque) se ha pasado a ocho en total (cuatro por parque) en la mayoría de los días, con el agravante de que al no llegar la Diputación a un acuerdo con el Ayuntamiento de la capital para que este atienda con sus bomberos a los municipios del entorno de la Serranía los profesionales de Tarancón y Motilla han de asumir más responsabilidades. “Atendemos accidentes de tráfico con atrapados a más de una hora de viaje y acudimos a extinguir fuego en viviendas mientras los vecinos ven cómo arden sus casas”, lamentan.
“La única ocurrencia que han tenido es la eterna promesa incumplida de habilitar un parque de bomberos en la capital que ni siquiera figura en el operativo y que, si lo aplicaran, sería un retén de dos o tres bomberos, una duplicidad del servicio que ya se da en la capital con seis o siete profesionales mínimo”, añaden.
Denuncian la "política del miedo" ejercida desde la Diputación y aseguran, incluso, percibir "un olor a ataque personal a los trabajadores"Tampoco pasan por alto despidos de trabajadores que han supuesto para la Diputación “gastos de 40.000 euros de los que nadie se responsabiliza” o el “traslado forzoso” de un bombero a 120 kilómetros de distancia declarado nulo por los tribunales, además de la imputación de “faltas muy graves a otros 16 trabajadores”, fruto todo ello, aseguran de la “política del miedo” que se ejerce desde la Diputación. Incluso, perciben “un olor a ataque personal a los trabajadores”, según les han comunicado los abogados.
En cuanto a las infraestructuras de que disponen para llevar a cabo su labor, aseguran que están “a la cola” de los diez parques existentes en la región por la falta de inversiones, y ponen como ejemplo que el primer vehículo de salida de Tarancón tiene ya quince años. Algo que consideran especialmente incomprensible cuando esta misma semana la Diputación hacía público un superávit 40 millones de euros.
Todo esto hace que el clima que se respira ahora mismo entre el personal de bomberos de Diputación es “pésimo” y muchos se sientan “marginados, discriminados y humillados. Olvidan que nuestra profesión consiste en prevenir incendios, salvas personas y bienes y proteger el medio ambiente”.