Está asentado en un pueblo que apenas tiene 30 vecinos pero el colectivo aglutina 200 socios. La Asociación Sociocultural Recreativa de Rinconadas nació en 1984 y desde entonces no ha dejado de organizar actividades en estos 35 años. Todo un reto ya que se asienta en Las Rinconadas, una de las tres aldeas que conforman el municipio conquense de Santa Cruz de Moya y que forman parte de lo que se conoce como la España vacía.
Sergio Pérez Rodríguez, de 44 años, es vocal de la asociación. Su padre, junto con otros socios, fue uno de los fundadores. Tenían entonces más o menos la edad que ahora tiene él y montaron el colectivo con el objetivo de organizar actividades para que “sus hijos quisieran venir de vacaciones a Las Rinconadas”. Era una época en la que la aldea tenía carencias en servicios básicos como el alumbrado y el abastecimiento de agua.
“A través de la asociación se han conseguido un montón de cosas para el pueblo”, explica Sergio Pérez, que recuerda que el colectivo puso en marcha un centro social, que cuenta también con una biblioteca. Durante el año está cerrado y solo abre algunos fines de semana y en las fiestas. Pero en verano revive.
Precisamente en el periodo estival la asociación organiza todos los años una semana cultural que suele coincidir con los primeros días de agosto con el fin de atraer al mayor número de visitantes. Este verano, comenzaron con los actos el pasado sábado 3 y los prolongarán hasta este domingo 11.
Además, también editan una revista local dos veces al año. Aunque para Sergio Pérez, quizás lo “más meritorio” que tiene la asociación es el grupo teatral, uno de los fines con los que nació el colectivo.
Cultura de teatro
El colectivo echó a andar cuando él tenía nueve años, pero antes de eso, ya había hecho sus pinitos en el mundo de la interpretación. “Cuando éramos muy pequeños, con cuatro o cinco años, por las noches ya preparábamos obras en la calle para nuestros padres”, recuerda de su niñez. “Hay muchísima cultura de teatro en el pueblo”, destaca.
El grupo teatral fue afianzándose después y cuando Sergio Pérez era adolescente incluso iban con sus obras durante los veranos de pueblo en pueblo de la mano de un programa de la Diputación de Cuenca.
Hoy, cuentan también con una sección infantil y del grupo de adultos forman parte una docena de personas. En esta edición se subirán al escenario este sábado 10 de agosto, a las 23:00 horas, con Un mal día. El texto es de Hugo Daniel Marcos y será dirigida por Rosa Giner.
“Tiene mérito porque las preparamos en una semana”, detalla Sergio Pérez. “Ha habido noches de teatro que ha podido haber entre 400 y 500 personas viendo la obra. En verano hay mucha vida en Las Rinconadas. Se pueden juntar unas 120 personas de menos de 18 años”, celebra.
Los fundadores del colectivo, creado en 1984, pretendían organizar actividades para que sus hijos quisieran venir de vacaciones a RinconadasPero, ¿de dónde salen los 200 socios que sostienen al colectivo? Los miembros, que pagan una ínfima cuota anual y recogen fondos también con la venta de lotería y otras actividades, tienen raíces en Las Rinconadas y vuelven al municipio a veranear. “Presumimos de no haber recibido prácticamente ninguna ayuda del Ayuntamiento. Todo se ha conseguido con el esfuerzo de la gente”, resalta. De hecho, concreta que para poner en marcha el centro social cada uno aportó lo que pudo: dinero o trabajo o las dos cosas.
El vocal de la asociación atribuye la longevidad del colectivo a esa “cooperación”. “Mi generación creció en el pueblo con la cultura de que todos tenemos que ayudarnos a todos para conseguir cosas”, resalta.
De la ciudad al pueblo
Sergio Pérez bien podría ser una de esas personas nacidas en Las Rinconadas que vuelve al municipio para veranear. De hecho, estuvo viviendo en Barcelona. Sin embargo, en 2010, su mujer y él optaron por regresar a esta pequeña localidad. “Tomamos una decisión con libertad que no deja de tener una parte de locura”, bromea. “Cambiamos la vida de la ciudad porque queríamos darle a nuestros hijos la educación que se puede dar en un pueblo”, apunta Sergio, que tiene dos niños, de ocho y cinco años.
“Vivimos con las carencias de un pueblo, porque las hay, pero también tiene cosas buenas”, asegura. Da charlas de emprendimiento en institutos y tiene claro el mensaje que transmite a los chavales: “Que el trabajo no os limite vuestra forma de vida”.
Sergio Pérez también representa a la Asociación Sociocultural Recreativa de Rinconadas en el Grupo de Acción Local, que gestiona fondos europeos para la zona de la serranía con el fin de dar un impulso al ámbito rural.
En cuanto al papel que ha tenido el colectivo en el municipio, no tiene dudas: “Si no se hubiera creado la asociación, todo hubiese sido mucho más complicado en Las Rinconadas”.