La sectorial de cereales de ASAJA, reunida este miércoles en Madrid, ha analizado las circunstancias de campaña por la que atraviesan los cultivos herbáceos, y en concreto los cereales de invierno, que además de la falta de agua, acusan mermas por daños derivados de la fauna salvaje y como consecuencia de las heladas registradas en algunas zonas.
Todo ello hace pensar que la campaña 2018/19 será más corta de la media de los últimos años, a pesar incluso de que las lluvias sean generosas esta primavera.
Con superficies de siembra similares a años anteriores (5,7 millones de hectáreas), a excepción del trigo duro y el girasol, los rendimientos va a ser más bajos teniendo en cuenta las mermas ocasionadas por las elevadas temperaturas del mes de febrero y la reiterada falta de agua a lo largo de todo el invierno que han ocasionado el adelanto vegetativo de las plantas.
A estas mermas hay que añadir las ocasionadas por las heladas de las últimas dos semanas y los animales salvajes.
En algunas zonas de las provincias de Huelva, Cádiz, Córdoba, Sevilla, Cuenca y Ciudad Real se registran ya pérdidas irreparables de entre el 10 y el 20 por ciento en los cereales de invierno. En estas mismas zonas se va a ver muy afectada la producción de paja en estos cultivos porque es patente la falta de talla de las plantas afectadas.