El proceso para buscar a los descendientes de la Villa Romana de Noheda ya ha comenzado. Varios expertos del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Madrid han viajado hasta el yacimiento conquense para extraer los restos óseos de los diez cuerpos que fueron encontrados durante las últimas campañas de excavaciones.
Se han exhumado los restos, pero también han recogido tierra de los cráneos y aquella que se encontraba debajo de las costillas y el coxis para tratar de conseguir la mayor información posible sobre lo que comían estos individuos o las enfermedades que padecían, aunque el objetivo principal es extraer su ADN para así poder cotejarlo con el de los actuales vecinos y vecinas de esta zona de la provincia.
Además, estos análisis arrojarán luz sobre las posibles roturas de huesos que sufrieron estas personas y el modo en que se curaron y soldaron, lo que revelaría datos de su modo de vida.
En total, tal y como adelanta Miguel Ángel Valero, director científico del yacimiento, tres de los cuerpos son de niños, cinco de jóvenes de unos trece u catorce años –al menos uno se corresponde con el género femenino– y dos de edades más avanzadas que bien podrían ser dos ancianos.
Como curiosidad, durante el proceso de extracción de los cuerpos, los investigadores apreciaron a simple vista “ligeras malformaciones en determinados huesos, lo que demuestra que el trabajo que realizaban era duro”, revela Miguel Ángel Valero. A parte, “uno de los ancianos tenía un desgaste brutal en los dientes, como si hubiera tenido un gran dolor de muelas y se frotase con un palo”, puesto que han visto que los dientes superiores e inferiores tienen marcas circulares.
Estos esqueletos fueron encontrados en una esquina del salón cruciforme, el edificio de 900 metros cuadrados que está junto al triclinium de la villa. Algunos estaban agrupados en una sola tumba mientras que otros estaban enterrados en solitario. “Estos enterramientos no son comunes y cuando se encontró el yacimiento y se empezó a excavar no se les prestó la atención oportuna a los enterramientos y ahora podemos recuperar información sobre estos residentes que habitaron la villa una vez que el señor se fue”, cuenta Valero.
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Y es que, cabe recordar que estas personas ocuparon en el siglo V d.C. esta majestuosa Villa de diez hectáreas construida entre los siglos III y IV por un adinerado dominus (terrateniente), que más tarde la abandonó coincidiendo con la decadencia del Imperio Romano. “Entendieron esta tierra como suya propia y en vez de emigrar se mantuvieron aquí”, cuenta.
De ahí que los arqueólogos vayan a tratar de averiguar la línea filogenética que uniría a los pobladores del siglo V con los actuales vecinos y vecinas de esta zona de la provincia. Para ello, lo primero es extraer el ADN de los cuerpos, una tarea que llevará a los investigadores del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Madrid un mes aproximadamente. “Van a recoger toda la información de la sangre y una vez tengan toda la documentación y datos que necesitan devolverán los restos humanos a Cuenca”, señala Valero. Concretamente, los huesos de los diez cuerpos irán a parar al Museo de Cuenca que decidirá si los expone o los guarda en su colección. “A no ser que se encuentre alguna anomalía o características extraordinarias entiendo que no se expondrán, pero esta decisión corresponde al propio Museo”, apostilla.
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Y a partir de ese momento, cuando ya se conozca la línea filogenética de estos diez individuos comenzarán a tomarse muestras de saliva a una selección de vecinos y vecinas de la provincia, principalmente de las comarcas de La Alcarria y La Serranía, con Villar de Domingo García como foco principal. “Ha habido muchísima gente que ya nos ha escrito y se ha puesto en contacto con nosotros incluso desde Alicante, pero tenemos que hacer una criba primero”, cuenta el director científico del yacimiento. Principalmente se buscan a personas cuyos apellidos sean Arribas, Ballesteros o Noheda. Además, se consultará el diccionario del marqués de la Ensenada, el documento elaborado durante el reinado del Fernando VI que recoge datos territoriales de todas las provincia. Una fuente de información que aportará datos sobre los pueblos, población o ingresos según el territorio, entre otras cuestiones.
Este proyecto de investigación cuenta con un presupuesto de 21.000 euros que en su mayoría aporta la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Comunidades, aunque un 5% procede de la UCLM. Además, el yacimiento de Noheda tambén ha sido beneficiario de una subvención del Ministerio de Universidades, Ciencas e Innovación para continuar trabajando en esta línea.