El trabajo arqueológico de Rosario Cebrían en Cuenca se remonta a 1997, cuando, seducida por una pequeña parte del Parque Arqueológico de Segóbriga descubierta comenzó a trabajar en la zona centralizando sus escavaciones e investigaciones en potenciar el valor del patrimonio en este yacimiento.
“Cuando yo llegué solo estaba escavado el teatro, las termas del mismo y el anfiteatro”, señala Cebrián, desde entonces ha sido parte partícipe de los continuos avances que llevaron a la apertura al público en el año 2002. “Durante los años 2000 y 2006 se produjeron los hallazgos más importantes. No solo arquitectónicos, también conjuntos escultóricos y piezas epigráficas entre otros”. De esta manera, se pasa de media hectárea descubierta a más de dos y media.
Actualmente, aunque con menos recursos para la escavación, se encuentran trabajando en una necrópolis situada cerca del Centro de Interpretación, dónde se recibe a los visitantes. “Hemos localizado cinco monumentos funerarios dispuestos en uno de los costados de la vía principal de entrada desde Cartagonova”, apunta la arqueóloga, que desde esta semana ha pasado a formar parte de la Real Academia Conquense de Artes y Ciencias como numeraria.
LLEGADA A LA RACAL
Su trabajo continuado en la zona no ha pasado desapercibido para los miembros de la Racal, que propusieron a Cebrián tras el cambio de condición a supernumerario del escritor Raúl Fuentes.
“Para mi significa un grandísimo orgullo”, dice, considerando esta elección como “un reconocimiento a todas las personas que han estado vinculadas estos años a la investigación de Segobriga”. Una vez presentada, aboga por promover que “la arqueología clásica tenga un papel relevante en la sociedad conquenses y que esta valore el patrimonio que tiene a su disposición”.
Por último, defiende que desde su posición en la academia buscará “difundir y potencial Segóbriga y lo que ello significa”.
Una meta que ya alcanzó al situar Segóbriga como el Parque Arqueológico más visitado de Castilla-La Mancha y uno de los más conocidos de España. “La media anual de visitantes se sitúa en unos 60.000, aunque va creciendo anualmente. Sin duda está consolidado como uno de los atractivos turísticos de la provincia”.
Destaca que cuentan con visitantes “que repiten cada cierto tiempo”, debido en parte al impacto que causa en ellos encontrar una ciudad romana en mitad de la nada. “El hecho de que la ciudad quedase abandonada en la Edad Medieval y que ninguna otra civilización haya construido encima, es muy valorado por los visitantes”.
SIN PERDER EL SENTIDO
La llegada de visitantes también ha dinamizado las actividades que se emprenden desde la dirección del parque: visitas nocturnas, festivales de teatro o proyección de películas temáticas. Aunque estas tareas repercuten en un acercamiento del yacimiento a “conocer la vida, pública y privada, de los romanos que por allí transitaron”, Cebrián considera que “los Parques Arqueológicos no deben convertirse en parques temáticos”, siempre debe prevalecer su carácter divulgativo y tratar de “proteger y conservar su patrimonio. Un valor que si no lo cuidamos puede llegar a perderse”. Rosario Cebrián, ahora desde la Racal, continúa protegiéndolo.