Ecologistas en Acción denuncia la construcción, en Almonacid del Marquesado, del mayor vertedero privado de España, con 21,5 millones de metros cúbicos y 53 hectáreas destinados a almacenar en torno a 300 tipos de residuos industriales, entre ellos lodos de lejías y de pintura, barnices, tintas, residuos con metales pesados o de preparación y elaboración de carnes y pescados.
Los residuos llegarían además, advierten los ecologistas, no solo de comunidades vecinas como Valencia y Madrid, sino incluso de Cataluña. E incluso podrían hacerlo “de cualquier punto de planeta” al tener capacidad para albergar en torno a 300.000 toneladas de residuos industriales no peligrosos, “casi un tercio más de todo lo producido en toda Castilla-La Mancha”.
La acumulación de estos residuos podrá generar, advierten los ecologistas, graves efectos en los suelos y aguas subterráneas en una zona que, añaden, está próxima al Parque Arqueológico de Segóbriga, de especial protección, y entre dos espacios de la Red Natura 2000
Todo en una provincia que, hacen hincapié, no destaca precisamente por una actividad industrial y generación de residuos que pueda justificar este proyecto, como han llegado a alegar sus promotores, sino con un grave problema de despoblación que este vertedero no hará sino “agravar”.
Tampoco creen los ecologistas que el vertedero pueda generar apenas empleo ya que en su estudio de impacto ambiental “no se concretan ni justifican los empleos” y tienen claro que estos serán “escasos” ya que “todas las operaciones están mecanizadas y la gran mayoría de los residuos simplemente se depositarán en el macrovertedero sin ningún tratamiento previo”.
Fuentes de la empresa aseguran sin embargo que la planta sería en realidad un ecoparque de gestión de residuos donde buena parte de éstos serían reciclados. El propio parque marca límites, dicen, y solo los residuos con tecnología de tratamiento serían los que entrarían. En la actualidad hay cerca de una veintena de personas trabajando en su acondicionamiento, y las perspectivas son llegar hasta cerca de un centenar con la apertura de la planta de reciclaje.