A casi todo el mundo le gusta viajar pero no todos pueden permitirse el lujo de hacerlo, y menos con cierta frecuencia. Entre estos últimos se encuentran los jóvenes, que bien porque todavía están estudiando, bien porque terminados los estudios no consiguen acceder al mercado laboral, no disponen de un salario mensual con el que poder darse de vez en cuando algún capricho sin pedir ayuda a sus padres.
Pero existe una forma algo más económica de echarse la mochila a la espalda para conocer mundo: los albergues. Unos alojamientos que el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad quiere promocionar para animar a la juventud a visitar las quince ciudades españolas que lo componen, entre las que se encuentra Cuenca.
Con este fin, esta semana el presidente del grupo, Ángel Mariscal, firmaba un convenio con el presidente de la Red Española de Albergues Juveniles, Francisco Javier Sánchez López, a través del cual ambas partes se comprometen a difundir con acciones como la distribución de más de 80.000 mapas-guía la existencia tanto de las quince ciudades como de estos alojamientos con el objetivo de aunar “turismo y cultura” teniendo bien claro que “viajar abre mentes”.
Se trata de unos establecimientos adscritos a la red Hostelling Internacional que, según subrayan ambos, se han modernizado mucho en los últimos años, ofreciendo cada vez más servicios y mayores comodidades. “Son la moneda más económica para viajar y se han adecuado a lo que demandan los jóvenes: ya no son esos lugares donde hay muchas personas, sin apenas baños, sino que se ha dado un paso sustancial, haciéndose instalaciones modernas que además obedecen a cuestiones de protección del medio ambiente”, sostiene Francisco Javier Sánchez, que asimismo defiende que hoy en día “dejan de ser lugares donde solo se duerme para ser también lugares que tienen vida, que enseñan y muestran”.
El alcalde de Cuenca relata a este respecto cómo de joven, en 1987 o 1988, realizó un viaje con su mujer por los Alpes y, gracias al carné joven, pudo disfrutar “de albergues muy bonitos en ciudades o en la naturaleza, como el lago de Como, en Italia, una experiencia agradable en todos los sentidos”.
Entre sus ventajas está el precio, pues aunque este varía de un albergue a otro y en función de la época del año, se pueden encontrar ofertas a partir de diez euros la noche.
La demanda de estos recursos está además en alza. Así, tras caer durante la crisis económica, cuando apenas se registraban en torno a 1,3 millones de pernoctaciones al año, el pasado 2018 se superaron los 3,2 millones, según los datos de esta red. “Los albergues gozan de buena salud gracias a los jóvenes, que viajan así”.
En toda la red hay en torno a 1.200 albergues distribuidos por España, 13 de ellos ubicados en Ciudades Patrimonio y otros 40 en sus proximidades, mientras que en Europa hay más de 3.000.
ALBERGUES EN LA PROVINCIA
En la provincia, son siete los albergues incluidos en la red que se promocionarán a través de esta iniciativa: los de Los Palancares, Villamayor de Santiago, Villanueva de Guadamejud (Serranilla), Tragacete (San Blas), Caracenilla (Peñarrubias), Las Majadas (Los Callejones) y Uña (Cañadilla).
Se espera, eso sí, que en breve se pueda sumar a esta lista el de Tejadillos, de propiedad del ayuntamiento de Cuenca y reabierto a finales del pasado año. “Le va a compensar solicitarlo para su publicidad”, sostiene el presidente del grupo y alcalde de Cuenca.
Aunque los jóvenes son los principales destinatarios de estos recursos, también están abiertos a personas más mayores y familias. Sobre todo tienen muchos adeptos entre colectivos como asociaciones, colegios, clubes deportivos o grupos de amigos.