La Alberca de Záncara ha vuelto a vibrar al ritmo de la jota tradicional después de 30 años de silencio. Gracias a la dedicación y esfuerzo de un grupo de vecinos, se ha logrado reconstituir el histórico grupo de coros y danzas que mantenía viva esta expresión cultural.
Se estrenaron el 4 mayo, coincidiendo con la celebración de la Santa Cruz, patrona de la localidad, y volvieron en San Isidro, pero ha sido durante este último fin de semana, en el marco de las fiestas patronales, cuando se el grupo se ha presentado oficialmente ya completo y uniformado por primera vez con el traje típico.
Cruz Tribaldos, uno de los fundadores e integrante del grupo, explica que la peculiaridad de jota de La Alberca de Záncara, respecto a la tradicional manchega está en la velocidad con la que se ejecuta el baile. De hecho, se la conoce como jota rabiosa. "Es un baile muy rápido, por eso le llamamos así", comenta.
El proyecto comenzó hace aproximadamente un año, cuando tres vecinos empezaron a hablar sobre la posibilidad de recuperar la tradición. "Nos pusimos en contacto con antiguos integrantes y poco a poco fuimos formando el grupo. Ensayamos los fines de semana, aunque no siempre podemos coincidir todos, ya que algunos viven fuera", detalla Tribaldos.
El cuerpo de baile está conformado por 20 personas, y el grupo cuenta con los integrantes del coro de la iglesia, 12 personas que aportan las voces y la música. En cuanto a la edad de los participantes, Tribaldos señala que, salvo una joven de 27 años, los demás tienen entre 40 y 72 años. "Queremos involucrar a los niños para garantizar la continuidad. Ya hemos hablado con la AMPA para que los padres se animen a incorporar a los pequeños en esta nueva temporada", añade.
Entre los próximos proyectos, destaca el arreglo de la jota rabiosa para su adaptación instrumental que está realizando la banda de la Asociación Musical ‘El Pilar - La Santa Cruz’, para interpretar en el concierto de la patrona y que bailará el recién creado grupo de coros y danzas. Mientras, continúa la labor de recopilación del folclore popular y, sobre todo, la captación de nuevos integrantes para este grupo que, a falta de determinar un nombre oficial, y haciendo honores a su vuelta se ha bautizado como ‘Jota de La Alberca de Záncara’.
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