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El ajo también es arte

Agus Ramírez compagina la elaboración de ristras de ajos para su venta con el arte y próximamente expondrá parte de su obra elaborada a partir de cabezas de ajo en su taller
El ajo también es arte
28/07/2024 - Dolo Cambronero

El ajo, a parte de un producto con numerosos beneficios para la salud, también puede ser arte. Bien lo sabe Agus Ramírez que, ya desde muy pequeña, cuando tenía 6 o 7 años, se dedicaba a elaborar las ristras de ajo con mucha maestría.

Hace décadas su padre, Rafael Ramírez, constituyó una pequeña empresa familiar con sede en Las Pedroñeras, pero ahora ella ha tomado el relevo, dando continuidad a un oficio que está en peligro de extinción.

Su padre fue el pionero y ella ha continuado con esta labor artesanal de trenzar los ajos. La ristra es su producto estrella, en todos los tamaños y modelos como las bolsas, mazacotes o racimos. Agus no tiene límites, y de hecho su nombre figura en el libro Guinness de los Récords tras elaborar en la Feria Internacional del Ajo de 1998 la ristra más grande del mundo.

Tenía 70 metros de longitud, y aunque pueda parecer mucho, ella tan solo tardó unas cuatro horas en elaborarla. “Es muy duro hacer una ristra, pero cuando ves el resultado es reconfortante”, explica la pedroñera. No descarta actualizar su récord en próximas ediciones de la FIDA porque actualmente ya no lo ostenta ella.

Pero de sus manos también salen otro tipo de elaboraciones ornamentales, como son lámparas, abanicos, escudos de equipos de fútbol, ramos de novia, etcétera. Lo que empezó con una ristra para la venta al público con un alimento básico ha logrado también un uso decorativo. “Cuando hago centros de mesa, o está preparado lo veo muy bonito, lo veo arte”, deja claro Ramírez.

“Crear algo artístico con este producto, en realidad, me gusta mucho”, deja claro la artesana pedroñera, quien entre sus últimas creaciones está la forma de un ajo de un metro de altura. Por eso, no duda en mostrar su ilusión por el oficio que lleva ejerciendo desde su niñez, aunque eso sí, “es muy duro”. Y es que “hay veces que no está puesto en valor” porque los consumidores no valoran estas creaciones del mismo modo que la ristra.

Al trenzar los ajos con su propio tallo, el ajo puede durar hasta un año, por lo que es mucho mejor para el consumidor, aunque su precio también es algo más elevado por la mano de obra que conlleva la ristra. “Pero es una inversión a largo plazo”, asegura Agus Ramírez.

Estas elaboraciones traspasan fronteras, ya que las exporta a otros países como Italia, Alemania o Francia, al contrario que sus creaciones artísticas. Sí que tuvo la oportunidad gracias a Carrefour de hacer los carteles del supermercado con ajos, pero dado el poco tiempo que le dieron, acabó rechazando el encargo.

 

Antes de otoño tiene pensado abrir su tienda-museo

Agus Ramírez tiene algunas cosas expuestas en el lugar donde trabajaba con su padre, pero tiene entre manos un nuevo proyecto. Donde está ahora, quiere abrir una tienda nueva donde se van a incluir productos de Castilla-La Mancha y, al mismo tiempo, lo va a unir con su taller para que todo el mundo pueda ver cómo se trabaja en la empresa.

También se van a exponer las obras artísticas mas emblemáticas que conserva, para que la gente, cuando vaya, pueda comprobar lo que hace con los ajos. Agus prevé abrirla al público antes de otoño y se convertirá en su nuevo lugar de trabajo porque, deja claro, va a continuar en su oficio.