El hundimiento de tierra registrado este viernes en Arcas ha creado una especie de torca o dolina de seis metros de diámetro y siete de profundidad que se ha llenado de agua y ha ido creciendo a lo largo del día.
El aumento del nivel freático del complejo lagunar de Ballesteros tras las últimas lluvias podría estar detrás de este fenómeno geológico que se ha producido en una parcela ubicada en las cercanías del camino asfaltado que une este municipio con Villar de Olalla.
Concretamente a unos dos kilómetros del casco urbano de Arcas, según señala el alcalde de la localidad, Joaquín González Mena, quien destaca que el Instituto Geológico Minero de España (IGME) está estudiando el fenómeno para poder determinar su alcance y la situación que se puede producir.
No es la primera vez que ocurre un colapso de estas características. De hecho, el complejo lagunar que se encuentra en las cercanías está formado por más de 40 dolinas y uvalas formadas por la disolución de los yesos mediante procesos kársticos. La mayoría albergan lagunas estacionales o permanentes. Eso sí, González señala que hace más de treinta años que no se produce una de estas características.
La última fue la conocida como El Chopo, puesto que alberga en su interior un árbol de esta especie, que se encuentra en la misma zona donde este viernes se registrada el hundimiento tras ceder la capa superficial de piedra caliza.
Habrá que esperar los informes de los técnicos, pero para González no es casualidad que el hundiento llegue después de las intensas lluvias de los últimos días que han dejado registros "que hace años que no se veían".
El lugar donde se ha producido el colapso de tierra está a medio camino entre Arcas y el complejo lagunar que se extiende por los términos muncipales de Arcas, Valdeganga y Villar de Olalla.
Se trata de una zona rica en corrientes subterráneas que en este caso han aflorado inundando la oquedad con agua "en movimiento" que tiene mucha fuerza”, señala el primer edil, quien explica que la zona se ha acordonado y señalizado para evitar posibles accidentes.
Si bien, González Mena apunta que la preocupación está en la cercanía que tiene con el camino. “El hundimiento está a tan solo dos o tres metros del camino. De momento no se ha visto afectado, pero no sabemos la evolución que tendrá. Lo que hemos visto es que ha aumentado respecto a esta mañana”, por lo que pide precaución a los vecinos.
Además de técnicos del IGME hasta el lugar de los hechos se han desplazado también agentes Medioambientales de la Junta de Comunidades, que igualmente están estudiando las causas y el alcance de este fenómeno que ha sorprendido por su magnitud.