Se trata de un enfoque integral que busca introducir en la producción de alimentos criterios más justos y ecológicos. Así define la agroecología Sara Velázquez, coordinadora del Área de Agroecología y Desarrollo Rural de GeoAlternativa, asociación que a principios de octubre trajo a Cuenca, con el apoyo del Gobierno regional, el proyecto ‘Retroalimentando nuestro entorno 2: formación para hacer más biodiverso nuestro sistema agroalimentario en Cuenca’.
Una acción encaminada a dar a conocer esta estrategia de producción, manufacturación y comercialización de productos agropecuarios totalmente ecológica y sostenible dirigida a su consumo en el mismo territorio.
Y es que la agroecología ha ido asentándose poco a poco en la provincia de Cuenca, con una destacada presencia de la mujer rural y abriéndose hueco en el entorno rural. Algo que no es de extrañar, a juicio de Velázquez, si se tiene en cuenta la parte social de la agroecología, que pasa por la dinamización del territorio con este tipo de proyectos empresariales y la consiguiente generación de empleo, lo que, sin duda, viene a contribuir no solo al afianzamiento de la población sino también a la atracción de nuevos pobladores en el entorno rural; todo ello, desde la sostenibilidad y el máximo respeto al medio natural.
Proyectos en Cuenca
María Andrés, de la cooperativa conquense ‘La Entreverá’, que aglutina tanto a proyectos agroecológicos como a consumidores de este tipo de productos, estima que en la actualidad hay en marcha en la provincia de Cuenca en torno a una veintena de proyectos de este tipo, entre los que se encuentran una ganadería extensiva y quesería artesanal en Villalba de la Sierra, un proyecto de permacultura de huerta en Barajas de Melo, una huerta y conservera en Ribatajada, una granja de huevos ecológicos y restaurante en Casas de Haro, una bodega de vinos naturales en El Provencio, una empresa de miel en Torralba, una empresa de legumbres y conservera en Campillo de Altobuey o una cervecera artesanal en Cuenca.
Iniciativas agroalimentarias, ligadas a la producción artesanal que tienen como finalidad que sus productos totalmente naturales y ecológicos se consuman en el territorio, en Cuenca, con la menor huella de carbono posible, si bien se tienen que enfrentar a una serie de hándicaps derivados de las peculiaridades de esta provincia, como son la dispersión geográfica de sus municipios y la escasa población de la gran mayoría de éstos.
Piden una una línea de ayudas al fomento y desarrollo de este tipo de proyectos sostenibles, que contribuyen a luchar contra la despoblación
Cuestiones que, para Andrés, obligan a realizar un gran esfuerzo a la hora de hacer llegar los productos al consumidor, que, de tratarse de otra provincia, como por ejemplo Madrid, no tendría nada que ver.
Es por ello que considera fundamental que desde las instituciones se apoye realmente este tipo de actividades, al igual que hace con la agricultura ecológica, porque, de esta manera, no solo ayuda a afrontar el reto demográfico, sino también a la preservación del medio ambiente por tratarse de una práctica agropecuaria totalmente respetuosa con el medio natural.
Pero éstos no son los únicos problemas de la agroecología en Cuenca, puesto que, según reconoce, “aún queda mucho por hacer en su difusión entre los consumidores para que cada vez sea mayor la presencia de estos productos en la cesta de la compra”. Aun así lo tiene claro “la agroecología es el futuro y, más aún, en una provincia como la de Cuenca eminentemente agrícola, tan solo requiere que se le apoye y apueste con fuerza por ella”.