Los agricultores urgen a autorizar la caza para evitar los daños en cultivos

Los agricultores de nuestra provincia lo tienen muy claro: la autorización de la caza es muy necesaria para evitar los daños en cultivos como el cereal y el girasol. Y así lo considera el secretario general de Asaja Cuenca, Manuel Torrero, quien afirma que “la Administración está perdiendo un tiempo precioso para poner herramientas en manos de agricultores y cazadores que prevengan y eviten los daños de la caza mayor en los cultivos”.

Daños que ya se vienen produciendo en el cereal desde hace un tiempo en zonas de la provincia como La Serranía, el Campichuelo o La Alcarria y que en un par de semanas, con la nascencia del girasol, le tocará a este cultivo. De hecho, hoy mismo, jueves, se han avistado en el municipio conquense de Garcinarro auténticas manadas de muflones entre las cebadas como si de una zona de pasto se tratara, tal y como se puede comprobar en las imágenes que adjuntamos a esta noticia. Y no son las únicas especies que están actuando en estas zonas, ya que también hay que hablar de ciervos, corzos y jabalíes.

Imágenes como éstas que demuestran, a juicio de esta organización agraria, la urgente necesidad de tomar medidas en este sentido para evitar un mal mayor. Y es que no se puede obviar, en opinión de Torrero, que quedan diez días para que finalice la Fase 1 de la desescalada y aún no se sabe si se va a poder cazar en la Fase 2; todo ello, sin olvidar que cualquier medida de este tipo requiere de un proceso administrativo previo, lo que invita a dar los pasos necesarios cuanto antes.

No es de extrañar, por lo tanto, que desde Asaja Cuenca se lamente, y mucho, que “la Consejería de Desarrollo Sostenible esté tardando tanto tiempo en habilitar los métodos de control de caza mayor o, incluso, la propia caza, porque en esta época del año, las modalidades cinegéticas que se desarrollan son individuales y, en consecuencia, no conllevan aglomeraciones de cazadores para los recechos o esperas, por lo que no hay ningún impedimento técnico ni sanitario para no haber permitido la caza en estas fechas”.

Torrero teme que el único impedimento que haya sea “simplemente político”, fruto de la presión de algunos sectores al Gobierno nacional y regional con el fin de no permitir la caza dentro del Estado de Alarma. Pero, desde su punto de vista, “ahora sería el momento justo para acometer medidas preventivas, es decir, modalidades que caza que reduzcan la población cinegética antes de que se produzca el daño”.

Y es que, según insiste, “somos de la opinión de que es mejor prevenir que curar por la sencilla razón de que el cazador o el agricultor va a actuar en aquellas zonas donde se producen los daños, donde es estrictamente necesario”.

Los daños de la caza en la agricultura no son una novedad, todo lo contrario, se repiten todos los años, por lo que, “con más motivo, si cabe, se pueden prevenir”, sobre todo, si se tiene en consideración que especies como ciervos, corzos o muflones están tendiendo a colonizar nuevas zonas, como por ejemplo La Alcarria, donde se dan las condiciones adecuadas para su vida; es decir, criando en un lugar donde tienen a su disposición comida y agua”, concluye.

Asaja de Cuenca, por lo tanto, confía en que la Administración responda con rapidez para evitar algo a todas luces previsible y, por consiguiente, evitable.