Adriana Alonso es una joven de 23 años natural de Valera de Abajo que ha sido reconocida por la Diputación Provincial de Cuenca con el premio Conquense Excelente 2019. Un galardón que anteriormente se había otorgado a trayectorias como el arzobispo Andrés Carrascosa, el general y secretario del CNI Félix Sanz Roldán, la nutricionista motillana Paula Crespo o la emprendedora María José Castellanos.
Los logros de esta estudiante de ingeniería aeronáutica de último curso para avalar su candidatura son el haber conseguido varios premios nacionales al emprendimiento. Si bien, no conoció su candidatura hasta el último momento: “Me apuntó Dani, nuestro alcalde y luego mis padres rellenaron los datos pertinentes, a mi no me dijeron nada hasta que tuve que firmar para presentar la candidatura”. Una sorpresa que se vio superada cuando se enteró de que había sido la ganadora por redes sociales. “Me enteré por Facebook, por las noticias y ya a los pocos minutos me llamó mi madre para felicitarme, fue todo muy imprevisto, pero me puse contentísimas, me gustó mucho”, admite.
El día de recoger el reconocimiento en la Diputación Provincial, Adriana estuvo arropada por decenas de familiares, amigos y paisanos, y es que tal y como reconoce entre risas “Valera es como una gran familia, somos muy pocos, pero a mi familia y a mí nos quieren mucho, nos llevamos bien con todos y hacemos mucha vida en el pueblo”. Toda una alegría compartida entre los suyos que admiten estar “más que contentos e ilusionados” con los méritos de esta valerosa que se ha convertido ya en todo un emblema de representación para sus vecinos.
"Me gustaría trabajar en un aeropuerto o, por qué no, pilotando un avión”Pero para alzarse como Conquense Excelente, Adriana ya traía varios méritos bajo el brazo. Así, se hizo con el I MasterCard Innovation Chanllenge 2018 con un proyecto llamado ‘Finger Power’ que utiliza la huella dactilar como herramienta de transacción bancaria.
Adriana confiesa que se animó a presentarse sin tener mucha confianza en que el proyecto resultara vencedor: “Siempre me pasa que cuantas más cosas tengo que hacer, más me distraigo haciendo otras cosas. En mi universidad dieron una charla animándonos a participar en el concurso y otros compañeros hicieron un trabajo en grupo. Tenía la idea de que los jóvenes utilizamos mucho la tarjeta y se me ocurrió que en una situación si nos roban o perdemos la cartera, lo perdemos todo, de ahí que el sistema de huella se algo personal e intransferible y que nos permita sacar dinero o realizar una operación. Me animé y presenté el proyecto de manera individual y en el último día, cuando me llamaron diciéndome que había sido el ganador no me lo creía” afirma la conquense.
De forma paralela, Adriana presentó un modelo de negocio en el concurso del Santander Smart Challenge, el cual ponía en contacto gracias a la aplicación de la financiera a pequeñas y medianas empresas con los usuarios para conocer más productos y beneficios. “Son dos proyectos muy ambiciosos y que necesitan de una inversión importante, pero sí me gustaría que fueran una realidad porque estoy segura que ayudarían a muchísimas personas en todo el mundo”, añade.
Pese a la naturaleza económica de sus logros, el proyecto de futuro de esta conquense tiene ‘otros aires’. Actualmente le resta un año para finalizar su carrera universitaria y pese a que admite que “le gusta un poco de todo”, quiere especializarse en el trabajo en aeropuertos, “o directamente en un avión como piloto”, señala. Unos sueños de altos vuelos que cada vez están más cerca para esta mente privilegiada que es todo un reflejo de superación para los futuras generaciones de la provincia de Cuenca.
