El Gobierno de España, a través del Ministerio para la transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha abierto un período de consultas para la evaluación ambiental del proyecto de la Autovía A-40 entre Cuenca y Teruel, tras haber recibido de la Dirección de Carreteras del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda urbana una solicitud de determinación del alcance del estudio de impacto ambiental de dicho proyecto.
Para ello en la página web del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en el apartado de planes, programas y proyectos en fase actual de consulta pública por parte del órgano ambiental, se pone a disposición el documento inicial y los planos de dicho proyecto.
A través de este trámite se pretende consultar sobre la amplitud y nivel de detalle que debe darse al estudio en función de sus impactos ambientales más significativos, así como sobre otras posibles alternativas de actuación, informaciones o normas que deban ser especialmente tenidas en cuenta.
Fue el propio ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, hoy al frente del denominado Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, quien avanzó en un acto de precampaña del PSOE en la ciudad de Cuenca el pasado 10 de octubre que el Ejecutivo central había puesto en marcha el proyecto para elaborar el estudio informativo de la autovía Cuenca-Teruel.
Un proyecto que, según atestigua este nuevo paso, sigue avanzando en los trámites después de que además fuera incluido entre los compromisos adquiridos con Teruel Existe previo a la conformación del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez.
Un documento en el que figura que ‘se impulsará decididamente la ejecución de este corredor carretero de alta capacidad, de forma coordinada con el Ministerio para la Transición Ecológica, al objeto de encontrar una solución viable funcional, técnica y medioambientalmente para el desarrollo de esta autovía, teniendo en cuenta para ello todos los instrumentos que la legislación vigente permite’.
ANTECENDENTES
El 25 de noviembre de 2008, con José Luis Rodríguez Zapatero al frente del Gobierno de España, el Boletín Oficial del Estado publicaba la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) negativa para esta actuación de unos de 150 kilómetros de longitud entre Cuenca y Teruel.
Según aquella DIA, la ejecución de la autovía ocasionaría importantes desmontes y taludes, por la orografía de la zona, que causaría un impacto significativo sobre el paisaje al cruzar zonas protegidas como las Hoces del Cabriel.
Posteriormente, durante los siete años de gobierno del PP con Mariano Rajoy, tampoco se avanzaba nada de cara a la posible construcción de esta infraestructura, salvo incluir apenas 500.000 euros –sin llegar a ejecutar nada - en siete presupuestos.
A pesar de que figuraba entre sus propuestas electorales, como desgranó en noviembre de 2015 el cabeza de lista del PP por Cuenca, Rafael Catalá, una vez en el Gobierno y siendo ministro de Justicia aseguró en un acto en la capital conquense en noviembre de 2017 que la autovía entre Cuenca y Teruel “generó en su día problemas importantes” y no tendría solución “en el corto plazo”.
Un mes antes, en octubre de 2017, el entonces presidente de la Diputación de Cuenca y presidente del PP conquense, Benjamín Prieto, señalaba tras una reunión con el presidente de la Diputación de Teruel, Ramón Millán, en octubre de 2017 que renunciaban, al menos por el momento, a la prolongación de la autovía A-40 entre ambas capitales y, en su lugar, pedían una mejora integral de la N-420.
Ha sido tras el cambio de gobierno, con Pedro Sánchez en La Moncloa, cuando esta autovía ha vuelto a entrar en las prioridades de los ‘populares’ conquenses.