Los vecinos de Almendros (Cuenca) han aprovechado el día del sorteo de la Lotería de Navidad para hacer una plantación de 750 árboles como pequeña contribución a la lucha contra el cambio climático “porque en la vida” -según ha explicado su alcaldesa, Elena Fernández- además de tener suerte hay que procurar tener buena salud”.
Esta actividad forma parte de un programa de cooperación ambiental entre el municipio y una recientemente creada Asociación sin ánimo de lucro en Defensa la Economía Responsable (ADERA). La Diputación de Cuenca ha contribuido también con esta acción a través de programa de ayudas para la cooperación medioambiental entre ayuntamientos y asociaciones sin ánimo de lucro.
El proyecto de plantación ha estado precedido de varios talleres sobre medio ambiente, alimentación y consumo responsable, y huella de carbono, ofreciendo propuestas sostenibles que contribuyen a frenar el cambio climático. “Se trata de un proyecto de sensibilización sobre algo que a todos compete”, ha indicado la alcaldesa.
En total, se abordará un trabajo sobre 1,5 hectáreas con 750 plantas. Es el inicio de un proyecto que pretende ir a más y constituir una isla de biodiversidad en un mar de cultivos. Se plantaron carrascas, pinos, cornicabras, romeros, efedras, filireas, enebros, sabinas y aladiernos.
Se han elegido especies autóctonas con periodos de floración o fructificación que permiten tener alimento y cobijo para las especies silvestres en distintos momentos.
La plantación fijará en los próximos 50 años más de 70 toneladas de CO2, contribuyendo así a la lucha frente al cambio climático, “una pequeña contribución a un problema global que nos afecta a todos”, ha subrayado Fernández.
En esta línea, el ayuntamiento de Almendros está calculando su huella de carbono y elaborando un plan para reducirla. Esta plantación contribuye a compensar aquellas emisiones que no es posible reducir.