Seguramente privada
«En Cuenca no hay ná; es una ciudad de funcionarios» –como si los funcionarios no fuesen nada–, dicen con tanta frecuencia los oriundos del lugar, seguramente, funcionarios. La palabra funcionario es como la de autónomo, ahí cabe desde la persona más trabajadora, eficiente y vocacional; hasta los mayores calientasillas, hijos del electricista y defraudadores. Hay gente que dice «soy funcionario» con cierto orgullo; y quienes prefieren omitirlo. Es un mundo variopinto y contradictorio el de los funcionarios. Y una de sus mayores contradicciones, seguramente, sea MUFACE. Esa mutualidad que permite que los funcionarios públicos que lo deseen, pertenezcan a la sanidad privada, especialmente privada. El caso es que parece que algunas aseguradoras privadas no están dispuestas a seguir con el negocio y anuncian su abandono de la mutualidad si no se mejoran sus condiciones. Como dijo el filósofo genovés: «Es el mercado, amigo». Al fin y al cabo, si no son capaces de hacerlo por menos dinero que la sanidad pública y, por lo tanto, gestionan peor; el mercado es el mercado. Aunque la sanidad no tendría que ser mercado ni las personas, mercancías. En fin, teniendo en cuenta el número de funcionarios de nuestra ciudad, esto puede cambiar nuestro día a día y nuestra fisonomía. Seguramente, habrá mucha menos gente paseando por las mañanas por Carretería; seguramente, seremos menos incongruentes. Seguramente, esto no suceda.