Es noticia en Cuenca: Balonmano Fútbol Deporte Escolar Turismo Inclusión Atletismo Museos

Un proyecto atractivo

Al hilo de la participación de la Diputación Provincial, dentro del stand de la Junta de Comunidades, en la próxima nueva cita en Madrid de FITUR –la Feria Internacional de Turismo– que se desarrollará del 22 al 26 de este mes, su presidente, Álvaro Martínez Chana, se ha referido a la licitación en los próximos días de la puesta en marcha en nuestra capital de un Centro de Creadores Contemporáneos, un proyecto del que se habló bastante a mediados del pasado año.

Pensado para ubicarse en la llamada Casa de la Demandadera, el edificio del casco histórico aledaño a la actual Fundación Antonio Pérez y otrora parte del antiguo Convento de Carmelitas del XVII, un inmueble rehabilitado por el Consorcio Ciudad de Cuenca hace más de un lustro y luego en desuso y del que antes se había hablado para sede de una oferta turística-cultural, se trata de un proyecto que tiene como objetivo el albergar un establecimiento dedicado a promover y fomentar la creación entre los jóvenes artistas; un proyecto que se habló tendría como referencias instituciones tan en verdad que señeras como la cordobesa Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores, La Térmica malagueña, la madrileña Residencia de Estudiantes o hasta la mismísima histórica Academia de España de Roma, que vaya si no son palabras mayores. Un proyecto que es el que se ha tenido ya en cuenta para llevar a cabo las nuevas obras de adecuación, mantenimiento y equipamiento del inmueble que, en tándem la Diputación y de nuevo el Consorcio, sacaban a exposición pública el pasado julio y se adjudicaba en septiembre.

El Centro tendría asimismo, según algunas de las declaraciones que se han ido haciendo, un aporte del Consorcio para su funcionamiento de carácter plurianual para el que ya habría compromiso para, en principio, cuatro anualidades. Ni que decir tiene que la idea es buena y se enmarca dentro de ese cartel de Cuenca como ciudad en la que la creación plástica tiene especial asiento que le otorgan el número y pluralidad de sus instituciones museísticas o la existencia en su campus universitario de la facultad de Bellas Artes –cuya relación por cierto con la ciudad no acaba, a juicio de quien esto firma, ser lo intensa que debería ser–, la Escuela Cruz Novillo o la más reciente de Artes Escénicas.

Un proyecto del se dijo tanto que se basaría en acoger a entre diez y doce creadores de ámbito nacional o internacional de las distintas ramas culturales (música, artes plásticas, arquitectura…) siempre en torno al arte contemporáneo y desarrollar los proyectos que presentaran en dicho espacio, como de que se trataría de atraer talento joven de artistas que quieran asentarse en Cuenca durante un año bajo la supervisión de profesores, tutores y expertos de primer nivel,  ideas que evidentemente bien podrían ser complementarias y convivientes. Ojalá se concrete más pronto que tarde y se enmarque en unos parámetros que la hagan eficaz y –¿por qué no?, soñemos– hasta consiga como alguna de esas referencias que se han citado han logrado, no sólo las aportaciones institucionales sino también, mediante una feraz actuación de sus gestores, la de fundaciones y entidades privadas, cual es el caso de la citada Fundación cordobesa que incluso, ojalá también por aquí se diera el caso, ha cosechado donaciones económicas de particulares.