Los insultos personales no son política
Llevo unos días dándole vueltas a algunos comentarios de dirigentes del PP que, ante cualquier crítica que les hacemos por su actividad política, “nos la devuelven” dirigiéndonos un fuerte ataque personal. Y así, a modo de ejemplo:
1.- Cuando denunciamos públicamente el error del Sr. Mariscal por una rara convocatoria partidista de la Junta Local de Seguridad, sale insultándome con gruesas palabras (“ignorante”, “lenguaraz”) y sin dar un solo argumento que justifique la celebración de dicho órgano. Por no hablar de las faltas de respeto que día a día nos lanza a los socialistas a través de la red social Twitter (“portacoz”, “obtuso”, “cerril”, “culo pepsicola”…). Expresiones que no debería permitirse el máximo representante de la ciudad de Cuenca. Y todo ello sin entender, aun a día de hoy, los resultados de las elecciones de mayo de 2015.
2.- Cuando mi compañera portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de la capital, M. Jesús Gómez del Moral, demuestra con un documento municipal cuál es la situación económica derivada del ejercicio de 2015, el nuevo portavoz del PP, el Sr. Gómez Buendía, la califica de “inmoral”. A una persona que es respetuosa y correcta en cada una de sus intervenciones, y desde luego no es ni de lejos inmoral. Y en vez de pedir disculpas y reconocer que se equivocó, vuelve a reiterar ese calificativo. Incluso llega más lejos al decir refiriéndose a ella: “Que no engañe para que su hija no tenga que leer en los medios lo que dicen de su madre”. ¿Se puede caer más bajo?
3.- La alcaldesa de Villanueva de la Jara, Sra. Fogarty, ha salido como correveidile de Benjamín Prieto para defenderle de una aseveración que como crítica política mantengo (Prieto es el verdadero problema de esta provincia y de su capital y el tiempo demostrará lo que ahora vemos muchos), yendo a un ataque personal contra mí. ¿Cómo cambia el cuento, verdad, Sra. Fogarty? Porque hace años cuando usted era miembro de una plataforma y en los meses posteriores no me decía nada de esto, ¿verdad?
En fin, entiendo que la inmadurez política de unos y la incompetencia de otro puede dar pie a hacer este tipo de política, pero el tiempo nos pone a cada uno en su sitio, incluso hasta a los que creen que están por encima de los demás, también de los ciudadanos. O dicho de otra forma, no ofende quien quiere sino quien puede, pues insultos personales y comentarios de este nivel solamente retratan a aquel que los dice.
