Una alegría
Tras un lamento, una alegría. Si en mi anterior artículo, al hilo de la celebración del Día Internacional del arte de la escena y desde mi condición de amante de su práctica, dejaba expreso el dolorido sentir de la desaparición, tras medio siglo de esforzada y entusiasta existencia, de la Asociación Conquense de Amigos del Teatro, la agenda provincial me da ahora la oportunidad de si no compensar sí al menos paliar tal sensación de pérdida con la alegría de la ya anunciada celebración en la villa de San Clemente de la novena edición de su Festival de Teatro Regional. Acogida a tan buena referencia como la del castellano-manchego Francisco Nieva, uno de los grandes nombres, desde su plural condición de dramaturgo, escenógrafo, narrador, ensayista y artista plástico, de la literatura y en especial de la creación dramática española contemporánea –miembro de la Real Academia, Premio Nacional de Teatro en dos ocasiones, Premio Nacional de Literatura y Premio Príncipe de Asturias de las Letras– en el año además en que se cumple el centenario de su nacimiento, la cita sanclementina, para más satisfacción, añade a la ya bien de agradecer posibilidad de vivir la emoción de las sucesivas representaciones que integrarán su programa con las actuaciones de las compañías seleccionadas para la edición –Vaya Cirio, Carpe Diem, Tazio Teatro y la Agrupación Escénica Enrique Rambal– la más que importante baza de implicar al total del tejido asociativo de la localidad, y en especial al educativo (atender a los más pequeños es espléndida garantía de futuro), sumando un bien amplio abanico de actividades paralelas –de recitales, tertulias y charlas a interpretaciones musicales– a la propia puesta en pie de las obras de Cristóbal del Río, Javier García Mouriño, William Shakespeare y Paolo Genovese que aquéllas llevarán a escena distribuidas por algunos de los espacios más emblemáticos del municipio. Enhorabuena, desde luego a sus organizadores, de su directora Teresa Valeriano y sus colaboradores al propio consistorio, así como, desde luego, a los galardonados en la convocatoria: el Festival de Teatro Clásico de Chinchilla y la conquense Sonsoles Benedicto y su marido Antonio Medina, toda una vida la de ambos ligada a la interpretación, a los que se va a reconocer su trayectoria, así como destacar el especial recuerdo que en la cita se rendirá a alguien tan implicado –además de sus otras actividades en la vida social de la población– con el mundo de la escena y con el propio Festival, como Gerardo Box, fallecido el pasado año. Lo dicho, toda una alegría.