Hablando se entiende la gente
En una sociedad tan polarizada como la que estamos viviendo, en la que los desencuentros son la nota dominante y las polémicas se suceden en todo tipo de asuntos, los acuerdos llegan siempre como agua de mayo, y más si las partes reconocen que ninguna de las dos había actuado positivamente hasta poner negro sobre blanco las conclusiones definitivas de la negociación. Estamos demasiado acostumbrados a las posturas intransigentes en las que nadie reconoce un error, aunque nos esté golpeando en la cara. El orgullo, la vanidad o las posiciones corporativas y de partido a menudo se anteponen al sentido común o al ‘fair play’, por utilizar un término deportivo que viene al pelo para lo que queremos comentar.
En las últimas semanas asistíamos, no sin cierto estupor, a un cruce de comunicados entre la Junta Gestora de la Unión Balompédica Conquense y el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Cuenca acerca de la ubicación de los conciertos de San Julián en el Estadio de La Fuensanta. El tono algo grueso empleado por ambas partes no fue lo que se dice amistoso y se cruzaron algunas acusaciones que comprometían a priori la posibilidad de un acuerdo ventajoso para ambas partes. Tras una reunión vis a vis en el ayuntamiento, como deben ser los encuentros ante asuntos importantes, la tensión se ha relajado y finalmente se ha llegado el apretón de manos y el sano entendimiento entre gente civilizada. Nada hay mejor que admitir una posición equivocada para hallar el consenso y, en el asunto que nos ocupa, ambas partes asumieron haberse expresado con excesiva dureza.
El resultado de la reunión parece haber contentado a sus protagonistas y a buena parte de la ciudadanía. A partir del año que viene La Fuensanta no acogerá los conciertos de San Julián porque el consistorio se compromete a buscar otro emplazamiento que podría ser ya el definitivo, algo por lo que hemos apostado siempre en estas páginas. Además, queda bajo responsabilidad de los promotores de las actuaciones la reparación de los daños que podría sufrir el césped del estadio en estas próximas fiestas. Desde la Gestora de la Balompédica se apunta a que el equipo será inscrito en Segunda RFEF y a que, si el primer partido no se pudiera jugar en la capital, se buscaría otro emplazamiento idóneo para entrenarse “en casa” en la categoría recién conseguida. Y todos tan amigos, como debe ser entre dos instituciones que deben apostar por el diálogo, porque ambas han de ofrecer una imagen óptima de una capital considerada Patrimonio de la Humanidad.
