Fake Leaf Lard

El lardo es el tocino del cerdo. De ahí toma su nombre el jueves más célebre de nuestro calendario. Se trata de despedirte, como de una novia que se va de Erasmus, de todos esos alimentos que no probarás durante la Cuaresma; un periodo de preparación, reflexión y penitencia. El caso es que, estos días, se anuncia a bombo y platillo que el Ayuntamiento de Cuenca pondrá en marcha un dispositivo para evitar la venta y el consumo de alcohol por parte de menores. Entonces me doy cuenta de cómo cambian las tradiciones. Hubo un tiempo en el que la Iglesia se dedicaba a cristianizar todo lo pagano que no había podido eliminar. Y así es cómo, en contra de la tradición, se acopla el carnaval al calendario litúrgico o cómo una cruz adquiere el poder del determinante, sustantivando uno y cristianizando la otra, a cuanto le sigue.

Ahora, sin embargo, estamos en un proceso no contrario, pero sí muy diferente. Hemos pasado de cristianizar lo pagano a liberalizar o banalizar lo cristiano. Y no quiero poner ejemplos hirientes e injustos para muchos, pero hay tantas fiestas que se resumen en un gran botellón... Podríamos decir que este es el tiempo del botellón y de las fake: fake news, fake festivities, fake lives... o, como diría Bellingham, fake off.