Extremar las precauciones

Junto a la posibilidad de poder viajar y de tomarse unos días de descanso, otro de los grandes alicientes del verano es la posibilidad de disfrutar de un buen baño, ya sea en piscinas o en espacios naturales. Ahora bien, la relajación de las costumbres típica del periodo estival no significa la laxitud de las medidas de prevención, especialmente en las zonas de baño. Olvidarse del sentido común puede acarrear desgracias como ahogamientos y accidentes con graves consecuencias.

En este sentido, la semana ha sido muy trágica en este ámbito para la provincia de Cuenca. Un equipo de los Grupos de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil localizaba este jueves el cuerpo sin vida de un joven de 16 años desaparecido el día anterior tras saltar al río Júcar desde un puente en el término municipal de Mariana. Además, el miércoles también apareció un cadáver en el canal del trasvase Tajo-Segura a su paso por Casas de Benítez. Las primeras hipótesis barajan que se trata de un trabajador agrícola temporero de origen extranjero  de entre 30 y 35 años y no se observan indicios de criminalidad. En ambos casos, se está investigando para esclarecer las causas que rodearon las respectivas  muertes.

Ante estos hechos tan desoladores que nos recuerdan los riesgos del agua, no está de más hacer un llamamiento a la prevención en las zonas de baño.  Ser precavidos con las zambullidas es esencial para evitar accidentes. Las medidas de seguridad se deben extremar más aún cuando se trata de niños, no debiendo descuidarse en ningún caso sus cuidadores porque en un momento puede ocurrir una desgracia.

Otro punto caliente en la provincia suele ser el enclave de Las Chorreras del Cabriel, donde venían registrándose en los últimos años bastante accidentes. No obstante, las medidas de control que se establecieron, como un aforo máximo diario, están dando sus frutos y este verano todavía no se ha dado cuenta de ningún percance en esta zona. Con todo, es necesario que la ciudadanía se conciencie de que las formaciones rocosas de este espacio son muy resbaladizas, lo que puede acarrear caídas.   

Con estas temperaturas tan altas, también cabe hacer una llama a la responsabilidad en lo concerniente a fuegos para evitar que un descuido pueda desencadenar llamas en algún enclave. 

Disfrutemos del verano al máximo pero extrememos las precauciones para evitar accidentes de cualquier tipo.