Es noticia en Cuenca: Club Piragüismo Cuenca Voleibol Gimnasia rítmica Fútbol Balonmano Estival Cuenca Fútbol Sala

Un colegio digno

La educación no es una opción ni un privilegio. Es un derecho fundamental y, como tal, exige condiciones dignas y equitativas para todos los ciudadanos, independientemente del lugar en el que vivan. Las Pedroñeras no puede ser una excepción.

Diez años de espera para construir un nuevo colegio son, sencillamente, inaceptables. La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha expresado de forma reiterada su disposición a ejecutar este proyecto. Pero el bloqueo continúa ante la ausencia de cesión de un terreno adecuado por parte del Ayuntamiento. Y es aquí donde cabe exigir una responsabilidad clara. La educación es un derecho fundamental, y garantizar espacios adecuados para la enseñanza es una responsabilidad que ningún gobierno, sea local o regional, puede eludir. 

El argumento del alcalde, basado en que un nuevo colegio no es necesario debido a la caída de la natalidad –como recientemente declaraba ante un medio de comunicación local– es una falacia que esconde la falta de voluntad política.  “¿Para qué queremos un solar de 13.000 metros? ¿Para criar hierba en patios inmensos que terminarán vacíos?”, declaraba el edil en esta entrevista, reduciendo a la ironía una necesidad evidente para la comunidad educativa.  

No se trata solo de cubrir las necesidades del presente, sino de planificar el futuro. Una educación pública de calidad requiere infraestructuras modernas y adaptadas, y eso es imposible con un colegio dividido y obsoleto.

Los gobiernos no están para mantener estructuras del pasado ni para optar por lo cómodo o lo inmediato. Están para pensar en el futuro de sus vecinos, en especial de los más pequeños, y tomar decisiones valientes que beneficien a las próximas generaciones. 

Apostar por un colegio nuevo y unificado no puede ser una cuestión partidista ni un debate eterno. Es una necesidad urgente. Porque no se trata solo de mejorar unas aulas deterioradas. Se trata de ofrecer una infraestructura educativa digna, funcional, accesible y segura.

La calidad de las infraestructuras básicas es uno de los pilares para fijar y atraer población. Sin buenos colegios, sin servicios públicos eficientes, es imposible asentar proyectos de vida en el medio rural. Hablar de lucha contra la despoblación y al mismo tiempo alargar indefinidamente la construcción de un colegio que todo el mundo reconoce como necesario, es una contradicción insostenible.

La educación es el primer eslabón de cualquier comunidad que aspira a crecer, a renovarse y a ofrecer oportunidades. Y quienes tienen capacidad de decisión –en este caso el Ayuntamiento de Las Pedroñeras– tienen también la obligación ética y política de estar a la altura.

No hay más tiempo que perder. El nuevo colegio debe dejar de ser un proyecto encallado en excusas y convertirse, de una vez por todas, en una realidad al servicio del pueblo. Porque apostar por la educación es construir futuro.