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“La vida de una persona está siempre por encima de todo”

El alpinista y bombero Pedro Cifuentes, reconocido en el Día de la Región, recoge el premio en nombre “de todo el equipo que me ha ayudado a estar ahí”
“La vida de una persona está siempre por encima de todo”
31/05/2024 - Alejandro del Valle

El alpinista conquense Pedro Cifuentes será uno de los grandes reconocidos en el Día de la Región. A sus gestas deportivas –coronando emblemáticas cumbres alrededor del mundo– se suma su carácter humanitario como bombero, participando en numerosos rescates.

 

¿Cómo recibes la noticia del nombramiento y qué significa para ti?

Recibo la noticia el día que se presenta la Copa de España de Escalada en Cuenca, en el Edificio Iberia. El vicepresidente Guijarro me dio la enhorabuena y me dijo que me habían nombrado hijo predilecto. No sabía muy bien qué implicaba y me estuve informando: es el premio más importante que la región puede darle a una persona, estoy muy agradecido por este reconocimiento a mi trayectoria, no lo esperaba.

 

Te lo dan por esa doble faceta deportiva como alpinista y humanitaria, de bombero

Sí, y creo que en esas dos profesiones de alto riesgo hay una simbiosis. Cuando haces un rescate hay dos premisas: actuar rápidamente y saber que estás en peligro en todo momento. Hay que tener esto en cuenta para una buena actuación. Estar tantos años como bombero, preparándome para emergencias, me ha hecho extrapolarlo a la montaña. Creo que están muy relacionadas y es la simbiosis perfecta.

 

¿De quién te acuerdas cuando recibes la noticia o a quién te gustaría dedicarle el premio?

El premio se da a una persona, pero detrás hay un equipo que me ha estado ayudando mucho tiempo. Es un reconocimiento a todo el equipo que me ha ayudado a estar ahí: preparadores, compañeros de escalada, médicos, familia… si pudiese, lo haría cachitos y lo repartiría a toda esa gente.

 

Son muchos años de trayectoria. ¿Alguna expedición que recuerdes con más viveza?

El salto de reconocimiento y donde se me empezó a conocer fue en el ascenso en solitario a las tres Torres del Paine. A raíz de esa escalada me nominaron al Piolet de Oro, gané sponsors y pude hacer expediciones y escaladas. También me acuerdo de la del Fitz Roy. Me encontré un accidente, eran amigos y tuve que rescatarlos. Se complicó el tiempo, estábamos cinco, casi morimos… fue todo tan enrevesado que tuvimos que subir a la cumbre y bajar por la vía franco-argentina. Tuvo un lado muy amargo y desesperante, pero también el lado dulce de estar en el Fitz Roy y poder salvarles.

 

¿Cómo te preparas psicológicamente para los ascensos?

La tienes o no la tienes. Por mucho que te prepares, si tu mente no la tienes preparada, es difícil. Se puede entrenar un poquito, pero hay gente que nace con el don de ese aspecto psicológico. Muchos no tienen presente que la mayoría de accidentes se dan en el descenso. La cumbre es solo el 50%, pero la gente se relaja y siempre hay que estar atento. La vida diaria de todo lo que veo como bombero me sirve de experiencia para lo que me puedo encontrar. Son 25 años de servicio los que cumplí en abril en el Parque de Bomberos de Manuel Becerra, el que más emergencias tiene de Europa.

“El premio se da a una persona, pero detrás hay un equipo que me ha estado ayudando mucho tiempo. Si pudiera, lo haría cachitos y lo repartiría a toda esa gente”

Foto: A.D.V.

¿Qué sientes que te transmite la gente con respecto a tu labor?

Siento que, de unos años atrás a ahora, me dan cariño, me conocen y me hacen preguntas acerca de las expediciones. Lo que me gustaría sería que la gente tuviese referencia no solo de las escaladas, sino también de esas formas de actuar. De ir a una expedición, que conlleva mucho tiempo y dinero, para ayudar a la gente. Esa parte que me sale de dentro creo que es mucho más importante que todo lo demás. Hay otros alpinistas que piensan solo en las expediciones por encima de ayudar a alguien, pero para mí eso no tiene valor. La vida es lo que más vale, está por encima de todo, y me gustaría que la gente se quedase con que soy una persona comprometida con la causa y con ayudar. Respeto por las montañas, a las personas y ayudar: con esas tres cosas se podría formar una idea de quién soy. Habrá personas que te quieran incondicionalmente y otras que te odiarán sin conocerte.

 

¿Tienes algún rescate que recuerdes con cariño o con el que mantengas el contacto?

En montaña tengo muy buen contacto con todos los que he rescatado. O los conocía o nos hemos hecho amigos. La chica del 11-M la vi en el documental de Netflix, pero personalmente no la he visto. En el último siniestro que tuvimos, en Burro Canaglia, sacamos a 12 personas. Una de las chicas que salvamos vino con su padre pero yo estaba en la Patagonia. Estuvieron un año en tratamiento psicológico hasta que pudieron ir al parque y su hermano, que también lo sacamos, todavía no lo ha superado. 

 

¿Cuál es tu próximo reto?

Nos íbamos el día 15 a Suiza, pero como recibo el reconocimiento nos vamos el 1, el día después de recibir el premio. Vamos allí a prepararnos, en septiembre iré a California a escalar para irme en noviembre otra vez a la Patagonia y subir al Cerro Torre. Este año sería la expedición número 30 en la Patagonia. No me atrevo a aventurarlo, pero creo que sería el primero en subir las torres del Paine, el Fitz Roy y el Cerro Torre. Si hay alguien, se podría contar con uno o dos dedos.