Toda una vida aficionada a la poesía hasta conseguir publicar su primer libro
Desde pequeña ha estado vinculada la escritura, tiene guardadas poesías desde los 12 años y ahora es toda una sensación en Belmonte, su localidad natal, con su poemario ‘Alma de Cruz’.
María Cruz Porras Villegas es una mujer que, tras estudiar la carrera de derecho, opositó a Secretaria Interventora de la Administración Local donde estuvo trabajando más de diez años hasta que la diagnosticaron Parkinson Juvenil con 46 años de edad.
Sin referentes en este campo en su familia, con la poesía ha encontrado un espacio donde, tras la jubilación, se siente liberada e incluso le ha servido de terapia en algún momento.
En el confinamiento centró todas sus energías en desarrollar esta faceta como autora y sentirse “un poco realizada, que valgo para algo” hasta editar ahora su propio libro.
La noticia de su enfermedad le sentó como “un jarro de agua fría” y a la hora de escribir hay veces en las que no puede ponerse a redactar debido a los temblores que le produce o por la rigidez que sufre en sus extremidades.
Por eso aprovecha al caer el sol, cuando no puede dormir por el insomnio, para escribir. Fue una de esas noches cuando decidió mandar el poema, sin que nadie de su familia lo supiera, con el que ganó el concurso que la Editorial Diversidad Literaria convocó y con el que ha cumplido su sueño.
Al día siguiente de ver que había ganado, la editora se puso en contacto con ella y ya comenzaron a trabajar en la publicación.
Aunque la autora tiene la espinita de que su madre no pudiera ver el deseo de ambas hecho realidad ya que falleció antes de que el libro fuese editado. Por este motivo ha decidido dedicárselo a ella en su memoria.
El poemario está compuesto por 60 versos divididos en tres temáticas: la primera dedicada a recuerdos de la infancia y juventud, la segunda trata sobre vivencias y experiencias, que pueden ser con base real o imaginaria y, una tercera, sobre arte, naturaleza y tradición.
Cabe destacar que seis de los poemas incluidos en el libro han sido musicalizados con la voz de J. Carlos Escribano.
En cuanto a los números en ventas, tan solo en su localidad natal Belmonte, ha vendido más de 150 ejemplares de este libro que ya va por su tercera edición.
A pesar de que la autora considera que su poesía pueda parecer “aparentemente sencilla”, en el fondo “está trabajada” y su fuerte es que se entienda.
Asegura tener “facilidad” para hacer los poemas desde siempre, algo que le costaba creer hasta a sus profesores. En el instituto con una profesora de lengua y literatura escribió una décima al castillo de Belmonte y la maestra no se creía que Porras fuera capaz de haberlo hecho ella. Entonces pensó “o una de dos o me ven muy tonta para esto o es que está muy bien”.
La autora comenta que, en su proceso de creación, no tiene una fuente exacta de inspiración y para ella, la poesía es “la expresión del alma” en donde plasma todo tipo de sentimientos. Un espacio donde se siente cómoda y considera que se expresa mejor que cuando habla.
Porras es lectora de grandes autores que van desde Pío Baroja, Miguel Delibes pasando por Antonio Machado o Juan Ramón Jiménez hasta llegar a más clásicos como Fray Luis de León.Si bien, hoy en día no tiene tanto tiempo para dedicar a la lectura como a ella le gustaría.
En un futuro, le gustaría poder sacar otro libro, pero primero quiere esperar hasta dónde llega con el que acaba de realizar. “Si el público me demanda más, pues tiro para adelante”.