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"El medio rural te permite vivir tranquila y en contacto más directo con la gente"

La pedroñera Mª Carmen Higueras, bloguera del mundo de la belleza bajo el nombre Marikowskaya, recibe este lunes el reconocimiento como Mujer Rural 2023
16/10/2023 - Rubén M. Checa

A raíz de la popularización de los teléfonos inteligentes allá por el año 2012, María del Carmen Higueras (Madrid, 1986) empezó a subir contenido a Instagram como si se tratase de su álbum personal. Criada en Las Pedroñeras desde que nació, y haciendo uso de su pseudónimo Marikowskaya, poco a poco empezó a subir en seguidores en las diferentes redes sociales, consiguiendo emprender su propio negocio desde el medio rural ofreciendo tips y consejos dentro del mundo de la belleza y la estética. Todo este trabajo a lo largo de tantos años le ha servido para que el Gobierno de Castilla-La Mancha la reconozca como Mujer Rural 2023 en el acto que tendrá lugar este lunes 16 de octubre en Sigüenza (Guadalajara).

 

Este lunes será galardonada como Mujer Rural 2023 de la provincia de Cuenca, ¿cómo te sientes?

Fue una sorpresa y no me lo esperaba en absoluto. Me pilló sin verlas venir, y recibir la llamada me sorprendió, porque ni me acordaba que se acercaba el día y porque la palabra rural es como que tiene un carácter que cuesta integrar en las nuevas generaciones. Tengo 37 años, y en ese momento me pregunté si soy una mujer rural. Después de colgar, haciendo un análisis sobre mi estilo de vida, lo que a mí me gusta, lo que me hace sentir bien, dije que sí soy una mujer rural, quizás la más de las cinco.

 

Eres emprendedora en el ámbito de las redes sociales, donde acumulas ya más de 200.000 seguidores. ¿Cómo surge todo?

En el año 2012 fue cuando tuve mi primer móvil Smartphone, y una de las aplicaciones que apareció fue Instagram. Al principio eso era como un cajón de sastre, donde subía fotos de casi cualquier cosa, pero poco a poco lo fui focalizando a una de mis pasiones, el mundo de la belleza. Fui dejando las fotos que eran un poco más personales por las que ahora considero más profesionales, que es mostrar lo que yo hago y a lo que me dedico. Lo que empezó siendo un hobby, terminó siendo una herramienta más de trabajo.

 

¿Tuviste claro en todo momento que querías vivir en Las Pedroñeras?

Siempre he tenido claro que me gusta vivir en un sitio pequeño y tranquilo. No puedo asegurar que vaya a vivir siempre en Las Pedroñeras, pero sí en un entorno pequeño y tranquilo. Cuando voy a Madrid por motivos laborales o de ocio, siempre intento dormir en mi casa, aunque sea volverme a las tres de la mañana, porque prefiero eso y estar más tranquila antes que la vorágine de una gran ciudad.

 

Antes de las redes sociales, ¿a qué te dedicabas?

Hasta 2020 ejercí de maquilladora sobre todo para bodas y eventos, pero lo acabé dejando, primero por la pandemia y porque gracias a las circunstancias, tengo un volumen intenso en las redes y mis días libres ahora son los sábados. Antes de eso también estuve trabajando con mi marido en una tienda que tenemos en común de informática y telefonía, y ahí compaginaba mi trabajo real con mi hobby en redes sociales.

 

El año 2020 fue de inflexión…

En 2019 empecé a considerarlo como un trabajo de verdad, no solo mentalmente, porque yo desde siempre he intentado llevar una rutina para tener una constancia que me permitiera llegar a mi objetivo final, algo que no tenía al principio. Cuando visualicé que era posible, quería tener esa opción, entonces fue más o menos en 2019 cuando empecé a conseguir ese tipo de oportunidades y en 2020, a raíz de la pandemia, sí que noté ese punto de inflexión más alto en el que poder llegar a más gente.

“Siempre he tenido claro que me gusta vivir en un sitio pequeño, tranquilo, antes que la vorágine de una ciudad”

¿Cuando empezaras tu andadura en redes sociales te llegaste a imaginar que acumularías más de 200.000 seguidores?

La verdad que no. Si hoy me plantease de cero y ver dónde soy capaz de llegar, me pondría el objetivo e intentaría visualizarlo, pero en aquel entonces no sabía muy bien qué hacía y subía fotos como si fuera un álbum personal, no es algo que tuviera en mente, jamás. Hay gente que tiene mucha incertidumbre sobre cómo es este trabajo, y es que te tienes que organizar muy bien. Los vídeos no salen solos, inviertes muchas horas, luego el contenido se consume en tres minutos y parece que has tardado lo mismo en hacerlo.

 

¿Cómo logras transmitir tanta información en esos pocos minutos?

He intentado evolucionar con las plataformas y con los gustos actuales. Cuando comencé se estilaba más YouTube, se hacía un vídeo largo y la gente se quedaba viéndolo todo. Con el paso del tiempo todo es más inmediato y se consume muy rápido, a  la gente más joven parece que le cuesta mantener la atención en cosas que duran dos minutos. Por eso siempre intentas adaptarte a grupos diferentes y dependiendo de la red social puedes ver videos cortos donde voy al grano con cosas visuales, otra donde hablo un poco más porque sabes que te van a atender durante más tiempo y luego, las cosas que están en tendencia, te intentas siempre adaptar al estilo.

 

¿Qué planes de futuro tienes?

Este año he sacado un par de productos en colaboración con una marca, que fue una edición limitada de verano. Resultó muy guay, la verdad, una experiencia diferente. Aunque no puedo decir nada por adelantado, tengo un par de proyectos en la recámara que saldrán a finales de este año y a comienzos del año que viene.

 

¿Qué le dirías a las mujeres que quieren emprender en el medio rural?

Hay que tener muy claro cuál es tu propósito y, en mi caso, tener muy claro cómo te quieres ir por las noches a la cama y estar tranquila. Eso me lo ofrece vivir en un sitio como en el que estoy, y en el que puedo desarrollar una actividad que hace años parecía impensable poder hacer desde la capital del ajo, pero gracias a las nuevas tecnologías puedes hacerlo. Además te permite vivir tranquila, sin aglomeraciones y en contacto más directo con la gente.