"Ser pregonera es una forma de seguir adelante y luchar por estar todos los años en San Mateo"
Después de un verano “bastante duro”, Laura García Melero pregonará las fiestas de San Mateo mañana míercoles 18 de septiembre desde el balcón del Ayuntamiento de Cuenca. Lo hace con “más ganas y energías que nunca”, con un discurso en el que expondrá sus vivencias en la fiesta matea.
Aunque ella nunca haya estado en el foco público, forma parte de esas personas que trabajan a la sombra y cuya labor y dedicación es indispensable para que año tras año las fiestas se desarrollen de la mejor forma posible. Por eso, considera que su elección como pregonera ha sido un “homenaje” a ese grupo de personas.
¿Cómo te sientes siendo pregonera de las fiestas de San Mateo?
He estado tranquila hasta ahora. Desde que se presentó el cartel estoy un poco más nerviosa. Cuando me lo propusieron lo veía un poco lejano, pero ahora que está muy cerca llegan un poco los nervios.
¿Ya tienes el pregón escrito?
Sí, aunque me falta ver la duración, si tengo que quitar o añadir cosas… Falta preparar el tiempo y la puesta en escena para que quede como tengo en mi cabeza, pero escrito, ya está.
¿Qué se te pasó por la cabeza cuando te lo propusieron?
No me esperaba para nada la llamada del alcalde, Darío Dolz. Desde que pasó el Congreso de Toro de Cuerda celebrado en la ciudad en 2018 dejé de estar un poco en el candelero de la Asociación de Peñas Mateas. Desde entonces me dediqué a mi peña (Los Enemigos del Agua) y a mi familia, y a seguir con las tradiciones. Saben que me tienen para lo que haga falta, pero lo último que me esperaba era ser pregonera de San Mateo. Me llamó Dolz después de mi segunda operación de cáncer, y me quedé en shok. Le pedí 5 minutos para reponerme.
Al final aceptaste…
Hablé con mi marido y mi madre en este tiempo, que estaban conmigo mientras me recuperaba. Mi esposo estaba encantadísimo, porque también es muy mateo, y me animó a decir que sí. Mi madre lloró de la emoción. Fueron cinco minutos de muchos nervios que se me hicieron como 20, pero devolví la llamada al alcalde y le dije que aceptaba.
Estos días atrás decías que tu pregón será el reflejo de las personas que viven San Mateo desde el corazón…
Eso es. Contaré cómo he vivido yo San Mateo desde siempre, cómo lo hago ahora, y cómo me gusta transmitir la fiesta matea a mis hijos. Entonces, entiendo que es el pregón de muchos mateos, de la gente que vive la fiesta y le gusta. Que está en la peña, o solo ve las vacas, que va al traslado del pendón, etcétera. Todo lo que es San Mateo en su conjunto.
¿Ha sido fácil resumir lo que quieres transmitir?
No. Tengo muchísimas cosas escritas, y como decía antes, me queda lo peor. No se me tiene que ir de tiempo, tiene que cuadrar todo para no mezclar ideas… y quedan unos días para que el pregón quede como a mi me gustaría, sin repetir cosas. Ha sido fácil por un lado porque lo he escrito contando mis vivencias, pero me queda cuadrarlo en el tiempo. Como buena matea no quiero que sea extenso, porque se que la gente quiere que salga la vaca y seguir con al fiesta.
¿Cuántos años de vivencias?
Soy de las que subía ya desde muy pequeña con mis padres, que acudían a la Plaza Mayor con sus grupos de amigos. Tengo muchos recuerdos de San Mateo desde pequeña, los bocadillos, estar en el ambiente, cuando estaba dentro del bar y metían la vaca… Mi vinculación con la fiesta viene desde siempre porque a mis padres también les ha gustado mucho San Mateo. Desde 2005 soy peñista de Los Enemigos del Agua, de las más antiguas, y en un par de años desde que entré me nombraron secretaria, y a partir de ahí, gracias a Armando, el presidente de entonces, pasé a formar parte de la Asociación de Peñas Mateas.
¿Con qué momento te quedas de San Mateo?
Tengo miles de vivencias. Tengo recuerdos de mis anteriores peñas cuando te apuntas con 18 años con las amigas, y también en Enemigos del Agua, porque es una peña que cada año cambiaba la carroza que se hacía, y pasábamos muchas tardes juntos. También tengo muchas como miembro de la APM, pertenezco a esa época del año 2009 que coincidió con los primeros años de Cuenca Histórica o el San Mateo infantil. Era de las que iba a los colegios a entregar las bases, hemos colgado banderines, pasamos la verbena a la Plaza Mayor… Tengo muchísimas anécdotas y vivencias, y eso me ha hecho tener unos amigos que son parte de mi familia. Maribel, presidenta de la época, es de mis mejores amigas. También ha habido malos ratos, pero me quedo con todo lo bueno y las amistades. Todo ello siempre trabajando en la sombra, por eso a mí me ha sorprendido que me nombraran pregonera porque nunca he salido en público ni en los medios.
¿Sientes este nombramiento como un homenaje a esas personas que están más en la sombra, pero sin las que no sería posible San Mateo?
Sí. Estos días dije que voy a ser pregonera y que represento a esa gente que trabaja en torno a la vaquilla de forma desinteresada porque nos gusta, porque creemos en nuestra fiesta y queremos que vaya hacia delante. Porque yo soy de esa gente que trabaja en la sombra y dedica parte de su tiempo libre a preparar San Mateo.
¿Cómo vas a vivir este año San Mateo? ¿Va a ser especial?
Ahora llevo un par de sesiones de quimioterapia y no sé cómo va a responder mi cuerpo. Mi espíritu y mis ganas están más altas que nunca. Es cierto que la designación como pregonera me ha venido muy bien a nivel psicológico y anímico, me está animando a subir con muchas más ganas y alegría a pesar de los nervios y la responsabilidad. Mi hijo mayor no para de preguntarme que si de verdad voy a ser yo la que salga al balcón del ayuntamiento, y eso nos está alegrando a toda la familia después de un verano bastante duro. Esta es una foma de seguir hacia delante y seguir luchando no solo por salir al balcón, sino por estar todos los años en San Mateo
¿Qué mensajes lanzas a los mateos y mateas?
Como matea sé que el pregón es un acto más, y habrá gente que esté pendiente de lo que diga y se acuerde dentro de muchos años, pero yo lo que quiero es que la gente entienda que San Mateo es la fiesta de Cuenca, de donde venimos. Ahí nacimos todos los conquenses y estas fiestas, al igual que otras muchas, están evolucionando y hay que adaptarse a ellas. Todo el mundo tiene derecho a vivirlas como quiera, en libertad, y siempre bajo el respeto y la tradición de lo que representa San Mateo.