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“San Antón es un barrio con una personalidad colectiva especial”

La nueva presidenta de la Asociación de Vecinos considera que el abandono, los prejuicios y la precariedad son los principales problemas del barrio
“San Antón es un barrio con una personalidad colectiva especial”
Sol Cosías Salas es la nueva presidenta del barrio de San Antón. // Foto: Saúl García
16/06/2021 - Dolo Cambronero

La Asociación de Vecinos y Vecinas de San Antón, que cuenta con unos 400 socios, ha renovado su junta directiva.  La nueva presidenta es la conquense Sol Cosías Salas, quien coge el testigo de Jesús Jiménez. Angustias Cañas Monte, Clementina Silva y Alba Ruiz Moreno (como vocales); Yolanda Hernando (secretaria); Ana Cristina Bonillo Guijarro (tesorera); y Marta María Cardeñas Aceituno (vicepresidenta) completan el nuevo equipo.

“Mujeres maravillosas, emprendedoras, artistas, educadoras, con formación superior en competencias agrícolas, agrónomas, forestales y paisajísticas, con gran conciencia, inmersas e implicadas en la comunidad, como tantas otras vecinas”, las define la nueva responsable. No obstante, deja claro que la junta directiva tendrá una función representativa, encargándose la asamblea de la toma de decisiones.

 

¿Cuáles son los retos de la nueva junta directiva?

Uno de nuestros retos más urgentes es continuar con las reivindicaciones al Ayuntamiento y a la Junta, exigiendo su responsabilidad como órganos competentes en lo que se refiere a las ayudas sociales y al cuidado, atención y mantenimiento de los espacios públicos. Otro gran reto para nosotras es continuar la lucha por conseguir espacios en los que nuestras vecinas puedan participar activamente y sean fundamentales para el desarrollo de nuestra comunidad.

 

¿Cuáles son los problemas del barrio? 

Son muchos los problemas de nuestro barrio. Los más notables son el abandono institucional, el prejuicio social, la precariedad y la pobreza. Por ejemplo, los servicios públicos, como la limpieza de calles. Está claro que no puede ocuparse un solo barrendero de la limpieza de todo un barrio en el que residen 1.500 personas y de los espacios ajardinados y jardineras en las calles que pusieron hace unos seis años con el Proyecto Urban sin haber hecho ningún mantenimiento posterior. Otro abandono ha sido en la ayuda social a personas mayores y familias muy pobres por falta de la atención prometida en la época de la Covid, y en el mantenimiento del mobiliario público (barandillas astilladas, madera sin tratar desde hace muchos años...). También prometieron bancos y papeleras ¡y nunca se pusieron! Promesas sin cumplir en los mínimos servicios públicos. Esa es la gran problemática actual de San Antón.

 

¿Cómo va la instalación de la fibra óptica?

¡¿Qué fibra óptica?! Hace seis años, con el Proyecto Urban, se construyeron las canalizaciones subterráneas con la intención y promesa de pasar por ellas el cable de la fibra óptica. A día de hoy, seguimos esperando. Tras muchas reclamaciones por nuestra parte, reuniones y protestas anteriores, seguimos sin fibra óptica. Seguramente la pondrán cuando ya no sirva.

 

 

“No somos un barrio marginal, somos un barrio marginado. Nos duele que nos sigan tratando tan torpemente

¿Contará el barrio con espacios en el Alfar de Pedro Mercedes?

El anterior Gobierno local planteó crear un espacio en las Casas del Alfar para locales comerciales. Con el actual equipo municipal y tras nuestras constantes reclamaciones de espacios para llevar a cabo las actividades sociales y culturales de la Asociación de Vecinos y Vecinas de San Antón, se está prometiendo que dichos locales serán destinados a esa causa. Ya os contaremos.

 

¿Cómo va el proyecto ‘De San Antón al cielo’?

Es uno de los proyectos más maravillosos que he conocido. Tiene mi total apoyo y colaboración. Son personas increíbles que han luchado y luchan desde el amor para aportar los cambios necesarios, enriqueciendo las vidas de las vecinas de San Antón. En la peor época de la Covid, muchas familias totalmente sumergidas en la precariedad, sobreviviendo con muy poco, esperaban la ayuda prometida en febrero para necesidades básicas (comida, luz, agua) pero hasta septiembre no empezó a llegar. Durante todos esos meses, muchas más familias de las que quisiéramos contar, vivieron situaciones realmente duras. Toda esta atención humanitaria la han tenido que hacer trabajando en la calle, con frío o lluvia, porque no han tenido un espacio en el que desarrollar su actividad. Gracias a la empatía, esfuerzo, sacrificio y entrega de los componentes de ‘De San Antón al cielo’, ha sido posible el acompañamiento en ese momento tan duro y, con la implicación conjunta, hemos podido sobrevivir. Estamos encantadas con el proyecto y seguimos adelante con actividades de todo tipo, con el fin de cuidar a todas las vecinas de cualquier edad, condición física, social, cultural y laboral.

 

¿Hay prejuicios sobre el barrio?

Nos parece muy ofensiva e injusta la mentalidad que sigue existiendo de que somos un barrio conflictivo y marginal. No somos un barrio marginal, somos un barrio marginado (por los órganos ‘in-competentes’), que es muy diferente. No somos un barrio conflictivo; no hay ni más ni menos problemas que en cualquier otra comunidad. Incluso te puedo decir que es un barrio de los que ya pocos existen por su condición heterogénea, familiar e innovadora, en la que conviven personas mayores muy ofrecidas que nacieron aquí y jóvenes creativos que buscan un modo de vida más tranquilo y cercano. Una personalidad colectiva única y especial que hace de San Antón un barrio-pueblo en el que vive una sola gran familia que se apoya, se cuida, se ayuda, se divierte, se valora y no deja de aprender y crecer. Por eso nos duele que nos sigan tratando tan torpemente e invito a todo el que lo desee a pisar estas calles y enamorarse del barrio como hemos hecho todos los que llegamos aquí un día y ya no pudimos salir.