“Quiero hacer un pregón sencillo, ameno, amable y participativo”

Recaló en Cuenca hace ya 23 años, allá por el año 1999, y desde entonces se ha convertido en un conquense más. De hecho, según apunta, lleva en esta ciudad más tiempo que en ningún otro lugar, por eso no duda en asegurar que se siente “muy conquense”. 

Aunque nacido en Zaragoza hace 56 años, el destino le trajo a Cuenca “casi por casualidad” desde Ibiza, uno de sus primeros destinos como agente de la Policía Nacional. Su intención inicial pasaba por residir unos años en esta coqueta ciudad para en un tiempo prudencial ir acercándose a su tierra. Pero las cosas discurrieron por otros derroteros y lo que iba a a ser una residencia temporal, se convertiría en su casa y su tierra.

Fernando Herranz Alguacil (Zaragoza, 1966) es inspector jefe de la Policía Nacional y, en la actualidad, ostenta el cargo de secretario general de la Comisaría Provincial del Cuerpo Nacional de Policía en Cuenca. Un “mañico enconquensado” que afronta estos días un encargo muy especial para él, puesto que el próximo sábado, 17 de septiembre, a las 16:30 horas, deberá pronunciar desde el balcón del ayuntamiento el pregón inaugural de las fiestas de San Mateo; festejos a los que lleva ligado desde hace 22 años en su calidad de delegado gubernativo.

“MUCHA RESPONSABILIDAD”

No es de extrañar, por lo tanto, que asuma este reto no solo con mucha ilusión, sino también con mucha responsabilidad, entre otros motivos, porque considera que ser pregonero de las fiestas de San Mateo es “un gran honor y todo un reconocimiento”, del que, según cree, son merecedoras muchas otras personas antes que él, pero que afronta con ganas y esperando estar a la altura de este importante cometido.

Aun así, confiesa estar abrumado y asustado por enfrentarse a ese folio en blanco, que es siempre el inicio de todo pregón, aunque, eso sí, a la vez muy agradecido, porque el Ayuntamiento haya pensado en él para ocupar un lugar tan destacado en estas fiestas a las que tanto ama y a las que lleva dedicados 22 años de su vida velando por su desarrollo en concordancia con la normativa vigente en cada momento. 

Y, de hecho, esa faceta como delegado gubernativo es la que piensa que le ha llevado hasta este punto y que hará que no sea Fernando Herranz y sí la institución a la que representa –la Policía Nacional– quien realmente y en su nombre pronuncie el pregón.

Un pregón que, por cierto, le trae de cabeza hasta el punto de que desde el momento que supo que iba a ser el pregonero de San Mateo de este año, de boca del alcalde, Darío Dolz, le está haciendo pasar muchas horas en vela. “No lo puedo evitar, las ideas me asaltan a cualquier momento del día y de la noche y ya han pasado por mi cabeza, al menos, dieciocho pregones”, bromea.

Por este motivo, ha tomado la determinación de colocar en su mesita de noche una libreta y un bolígrafo para anotar en el momento cuantas ideas le vayan surgiendo, porque lo que tiene muy claro es que si no lo hace así, al día siguiente por la mañana ya no se tiene un recuerdo exacto de esas ideas. 

Se ha resignado, por lo tanto, a pasar las próximas noches en vela hasta que salga el pregón. “No me queda otra”, afirma sonriendo.

“AMENO Y PARTICIPATIVO”

Pero, aunque no tenga escrito aún este pregón, sí tiene muy claro cómo quiere que sea. Herranz indica que hará todo lo posible para conseguir un pregón “sencillo, ameno, amable y, sobre todo, participativo”. 

Y es que considera fundamental llegar a conectar con los miles de asistentes a este momento tan especial de las fiestas de San Mateo en la Plaza Mayor e intentar hacerles partícipes de ello e involucrarles de alguna manera, porque, sin duda, son el alma de estos festejos tan entrañables y populares.

No va a buscar dar una clase de historia, “no es mi estilo”, dice convencido, de ahí que pretenda optar por la sencillez, pero, eso sí, con corazón, y, en todo momento, buscando calar hondo en los presentes.

Piensa que, después de vivir lo experimentado en estos dos últimos años, no faltarán en el pregón ciertas menciones. Cree oportuno acordarse de algunas personas y tendrán su hueco: “Entre seis y ocho personas saldrán en el pregón, porque necesito que salgan en él”.

Pero no serán las únicas, porque el pregonero de este año también tiene claro que deben ocupar un lugar destacado en este arranque oficial de fiestas esas personas a las que no se les ve habitualmente, pero que son muy necesarias para el desarrollo de estos festejos. Es de la opinión de que son merecedores de este pequeño reconocimiento. Aunque no los vaya a citar con nombres y apellidos, “todos y cada uno sabrán que me estoy refiendo a ellos”.

No faltarán llamadas a la precaución, su condición, asegura, le obliga a ello, aunque aclara que lo hará en un tono amable y jocoso. De ahí que anime a todos los conquenses a “que disfruten con prudencia de estas fiestas, como se tienen que hacer las cosas, porque van a ser cinco días muy largos y hay tiempo para casi todo. Se lo merecen y nos lo merecemos todos”.