"Hay varias generaciones en mis conciertos porque las canciones han trascendido”
La voz de Ana Torroja (Madrid, 1959) suena a la banda sonora de toda una generación. O de varias. La exvocalista de uno de los grupos más importantes del pop español, Mecano, inició hace más de dos décadas una carrera en solitario que todavía la mantiene en los escenarios. Dentro de su gira ‘Volver’, la artista “se colará en las fiestas” de Las Mesas este sábado 20 de agosto. La cita será a partir de las 23:00 horas en el Parque del Auditorio Municipal de la localidad, donde se podrán escuchar tanto los grandes éxitos de la cantante como los temas icónicos de la que fuera su banda.
¿Cómo va a ser el concierto?
Es el último concierto de esta minigira por España, con lo cual va a ser un día muy emotivo. Estoy disfrutando mucho y creo que la gente también. Es muy disfrutable porque se saben prácticamente todas las canciones. Diría que todas menos tres, que son las que incluyo de Mil razones, mi último trabajo, y que se las saben un poquito menos aunque las disfrutan igual porque son muy potentes. La conexión con el público es muy especial y se crea un momento mágico. Y al final, hay sorpresas.
Creo que no destripo nada pero ¿la sorpresa no será un momento de ‘canciones a la carta’ que puede pedir el público?
[Risas] Sí, lo he dicho tantas veces que la verdad es que lo desvelo yo misma. Pero aunque lo sepan, siempre es un momento muy especial. Es casi lo que más recuerda la gente del concierto. Me dicen que no se lo esperaban.
¿Le sorprenden las peticiones del público?
A veces me piden imposibles. Hay canciones que no he cantado nunca en directo, ya sean de mi repertorio o del de Mecano, y no me acuerdo de la letra. A veces pido ayuda. Los fans, sobre todo los de las primeras filas, siempre me ponen a prueba [risas]. Pero también me piden canciones conocidas. A mí me encantan porque se involucran mucho en ese momento. Siempre cantan conmigo y es muy especial. Es único.
¿El repertorio incluye entonces canciones de Mecano?
Sí, hay de todo. Es un viaje por el pasado, que para mí es presente porque esos temas siguen vigentes. Y hay momentos para canciones de Mecano y otros para las de mi carrera en solitario. Se entrelazan y mimetizan unas con otras tanto que muchas veces no sabes cuáles son de Mecano y cuáles de Ana Torroja.
"Voy a seguir cantando ‘Mujer contra mujer’ por lo que significó en su momento y sigue significando hoy porque, a pesar de que hay mucho avanzado, queda camino por recorrer para que no haya que pedir permiso para amar"Háblenos de ‘Mil razones’, su último disco.
Llegó como me llegan muchas cosas: estaba esperando para mí. Me gusta complicarme y siempre trato de hacer cosas diferentes y sorprender y sorprenderme. En aquel momento no había nada que me motivara a grabar un nuevo disco. Hasta que llegó esta propuesta. Yo estaba en México y me llegó de Warner que varios DJ y productores de música electrónica querían trabajar conmigo, entre ellos El Guincho, Alizz… Para mí, fue ver la luz. Fue volver a reencontrarme con ese sonido electrónico que había dejado aparcado en mis otros discos. De pronto descubrí que era un nuevo camino, a pesar de haber sido mi inicio musical. Era una nueva página que se abría de la mano de gente muy joven, que es lo que más me puede atraer, que me enseñe fórmulas diferentes, que no tenga prejuicios ni miedo, que sean valientes y arriesgados. Eso es lo que más me gustó. Aprendí mucho de ellos y es un nuevo camino a seguir explorando. Dentro de la música electrónica, no hay límites a la creatividad.
¿Cómo es el público de los conciertos de Ana Torroja?
Es un público familiar. Están todas las generaciones. Hay abuelas pero también niños con sus padres. Me encanta porque hay gente de todas las edades. Cada uno lo disfruta a su manera pero se crea una conexión increíble porque al final esas canciones son importantes para todos aunque un niño las vivirá diferente a una abuela. Me gusta que haya varias generaciones en mis conciertos porque eso significa que las canciones han trascendido. Y eso sucede o no sucede.
¿Cómo se viven los conciertos después de la pandemia?
Nos hacía falta a todos volver. La música es una gran compañera de vida y forma parte de momentos muy importantes de cada uno. Para mí, un concierto es un viaje. Vuelves a recordar, a revivir momentos de todo tipo, también tristes. Te emocionas, te alegras... Un concierto es como una catarsis y por eso la gente sale tan eufórica y tan feliz, incluidos nosotros. No sabía que lo echaba tanto de menos hasta que volví a pisar el escenario después de pandemia. Me emocioné y la gente se emocionó. El año pasado era un poco extraño, todavía con las restricciones, sin poder ponerse de pie la gente, con la mascarilla, sin ver sus expresiones. Volver este año a la normalidad en los conciertos ha sido especialmente emotivo para nosotros y para el público.
De toda su carrera, ¿cuáles son las canciones más especiales?
Es muy difícil elegir una. Pero Mujer contra mujer es una de esas canciones que voy a seguir cantando por lo que significó en su momento y por lo que sigue significando hoy porque, a pesar de que hay mucho avanzado, todavía queda camino por recorrer para llegar a que el amor diverso sea natural y que no haya que pedir permiso para amar. Me cuesta tanto olvidarte es también de esos temas que no pueden faltar. Y de mi carrera en solitario, A contratiempo, que fue mi primera canción, o Ya no te quiero, que la disfruto mucho.
"Cada vez es más complicada una vuelta de Mecano. Si no ha ocurrido ya, creo que no va a ocurrir. Pero no nos despedimos como se debía"
Ha colaborado con Alaska y con Miss Cafeína, entre otros. ¿Qué le aportan estos trabajos?
A Alaska la conozco de hace mucho tiempo y nos queremos y nos admiramos mucho. Y cuando nos encontramos es como si no hubiese pasado el tiempo. Era una idea que estaba rondando desde hace mucho tiempo y apareció esa canción escrita por Óscar [Ferrer], de Varry Brava, y producida por Henry Saiz. Vi clarísimo que esa canción era la que tenía que hacer con Alaska. Lo disfrutamos mucho las dos. La grabación fue por separado porque estábamos en pandemia y no se podía viajar. Pero el vídeo fue un disfrute, nos divertimos y reímos mucho. No queríamos que se acabara. Y la echo mucho de menos cuando la tengo que cantar sola en los conciertos.
Y con Miss Cafeína he hecho un amigo. Cuando alguien te invita a formar parte de una canción es porque te admira. Y a partir de ahí hay una conexión muy especial y yo he hecho muchos amigos después de colaboraciones. Es el caso de, en España, con Miss Cafeína o con Óscar, de Varry Brava, o en México, con Siddhartha. Me enseñan y descubro diferentes formas de hacer música. Me amplían la perspectiva musical, que es muy importante para no encerrarse solo en lo que uno hace.
¿Cómo ha cambiado la joven Ana Torroja que empezó con José María Cano?
Ha ganado en seguridad. Estoy muy orgullosa de lo que he conseguido. Cuando hice el primer disco en solitario, Puntos cardinales, pensé que sería algo anecdótico y que se quedaría ahí. Pero luego la vida me ha ido preparando un camino inesperado en el que he hecho discos muy diversos. El hecho de, después de cuarenta años, seguir vigente y poder subirme a los escenarios me llena de orgullo. Sigo trabajando mucho por hacer las cosas lo mejor que sé y yo creo que eso la gente lo aprecia. En estos años he ganado confianza en mí misma y en saber cómo tengo que hacer las cosas, lo que funciona y lo que no. Eso no quiere decir que no arriesgue. Siempre intento sorprender y hacer cosas diferentes y eso es correr un riesgo. Lo importante es que uno esté convencido al cien por cien de que eso es lo que tiene que hacer.
Pregunta obligada: ¿hay alguna posibilidad de vuelta de Mecano?
No. Cada vez es más complicado. Si no ha ocurrido ya, creo que no va a ocurrir. Ha habido varios intentos que no han llegado a buen puerto y cada uno tiene cada vez su vida más organizada personal y profesionalmente y nunca encuentras el momento para que a los tres nos venga bien. También creo que las cosas ocurren por algo. Si hubiéramos seguido, puede que la gente se hubiera cansado, aburrido. Lo único es que no nos despedimos como se debía. Creo que es lo que la gente demanda, que hubiéramos dicho adiós pero haciendo una gira de despedida. Pero las cosas son como son. Si quieres acercarte ahora a escuchar esas canciones, puedes ir a mi concierto [risas].
¿Cuáles son los próximos retos?
Últimamente no tengo planes a largo plazo. La pandemia me ha hecho reafirmarme en algo que ya sabía y que trato de aplicar en mi vida, que es vivir el presente. Ahora estamos disfrutando del camino que son los conciertos y una vez que termine la gira, me sentaré a pensar qué quiero hacer.