“En mi pregón haré un homenaje a toda esa gente que trabaja y no es tan visible”

Durante más de una década, Javier Benayas ha estado al frente de las fiestas de San Mateo ocupando diversos cargos dentro de la asociación de Peñas Mateas, siendo los últimos seis años cuando más esfuerzos ha volcado en el buen porvenir de esta celebración como presidente de la entidad. El año pasado dejó la presidencia, y después de muchos años volverá a disfrutar de un San Mateo ya desde la barrera. Aunque eso sí, el 18 de septiembre iniciará la fiesta en el balcón del Ayuntamiento como pregonero. 

¿Cómo te sientes siendo pregonero de la fiesta matea?

Un privilegiado, de verdad. Esta fiesta la vive muchísima gente, y los datos están ahí, pero solo sale una persona cada año al balcón. Si echamos la cuenta desde el primer pregón documentado en 1581, hay alrededor de 440 pregoneros, entonces es un privilegio y un regalo que se acuerden de mí. 

¿Qué se te pasó por la cabeza cuando te lo propuso el Ayuntamiento?

Al principio fue un sí inmediato, y a los dos minutos ya es cuando empiezas a darles vueltas a cómo enfocarlo y transmitirlo en este auditorio peculiar que es la Plaza Mayor. La gente llega después del desfile de peñas con el subidón de la fiesta, y ponerte a hablar y que les llame la atención es el mayor miedo que se tiene cuando empiezas a escribir el pregón. 

¿Cómo vas a arrancar ese pregón para que la gente mantenga la fiesta después del desfile?

Siempre hay una presentación que te hace el 90% del trabajo, con unos saludos iniciales y a partir de ahí entro yo. A la gente que sube con ganas de fiesta puedes hacerle ese paréntesis de diez minutos, y por eso me he marcado como objetivo no sobrepasar ese tiempo después de tantos años viviendo San Mateo en primera persona y siendo expresidente de la Asociación.

¿Es complicado hacer ese resumen de lo que quieres transmitir?

Sí (risas). Estos días hacía la broma con el alcalde, Darío Dolz, porque me pidió brevedad. Evidentemente han sido muchos años trabajando dentro de la directiva de la Asociación de Peñas en distintos puestos, y conozco muy bien la fiesta y tengo muchos recursos porque, además, desde muy niño he subido al Casco. Intentar plasmar todo eso de forma breve es complejo, pero al final se trata de dar comienzo a la fiesta matea. Centrarme en mi persona no tiene mucho sentido. 

Estos días atrás decías que en tu pregón querías homenajear también a todo el personal  que trabaja en San Mateo y que no es tan visible ya que sin ellos no habría fiesta…

Hay mucha gente sí, como personal de cuadras, maromeros, la limpieza, seguridad, obras, etcétera. Hay una cantidad de entramados que la gente desconoce, pero hay infinidad de colectivos que están trabajando y que apenas tienen visibilidad. Siempre pongo el ejemplo de la coordinación entre cuerpos de seguridad para que el camión escenario para las verbenas llegue sin causar incidentes a la Plaza Mayor con toda la aglomeración de personas que hay, o el empleado del servicio de obras que no quita las barreras de la calle San Pedro para evitar una oleada de personas bajando cuando ese camión está maniobrando ahí. Esa persona muchas veces recibe improperios como “quita ya la barrera que no podemos pasar todos” y demás, pero es que si la quitara en cuanto se encierra la vaca, de toda la turba que baja a la vez, sería inviable montar el escenario, y con ese hormigueo de uno en uno que se da, facilita mucho el montaje. Así que esa persona que aguanta ahí estoicamente necesita ese reconocimiento público que, aunque siempre se le ha dado en privado, lo quiero hacer en público en mi pregón. Todo en San Mateo está escrupulosamente coordinado, y es obra de muchísima gente que trabaja para el bien de la fiesta.  

¿Con qué recuerdo de San Mateo te quedarías?

Siempre lo he dicho y lo reitero siempre. Por ser presidente de la Asociación de Peñas tienes que trabajar mucho, tanto antes como durante y después de San Mateo. Entonces, el momento más especial que cada año vivo es la traca final del día 21, porque aunque quede la última verbena, ya puedes respirar y piensas en que la fiesta ha terminado y lo has hecho bien. Además nunca he estado acompañado en ese instante salvo el año pasado, que lo viví con mi junta directiva porque ya tenía pensado retirarme. Pero hasta entonces siempre había sido un momento en el que me apartaba de todo el mundo, buscaba un rincón para estar solo y no me costaba llorar en ese momento. 

¿Cómo vas a vivir este año la fiesta alejado de la presidencia de las peñas mateas?

Más liberado, sin duda. La quiero disfrutar con mi familia, que al final estos años no he podido disfrutar tanto de ella. Durante 14 años que he estado ocupando diversos puestos en la directiva le he robado tiempo a los míos, y de hecho mi hijo mayor tiene 10 años y no sabe lo que es vivir un San Mateo conmigo al 100%. Así que este 2023 voy a recuperar ese tiempo con ellos, se lo merecen.

¿Qué le dice a los mateos y mateas?

Que vivamos un San Mateo grande y que no haya incidentes, porque al final esto va a marcar que la fiesta sea mejor o peor. Con la cantidad de gente que hay en el Casco, parece increíble que nunca haya incidentes de gravedad. Y por último, espero que el día 22 estemos satisfechos de cómo se ha desarrollado la fiesta pero, conociendo muy bien el trabajo de todo el personal, seguro que así será porque ninguna persona relacionada con San Mateo escatima en esfuerzos ni un poquito.