“Portar la Virgen de Rus es una emoción indescriptible”
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ste segundo Domingo de Pascua va a ser la sexta vez que llevará sobre sus hombros y a la carrera a la Virgen de Rus y a la Virgen del Remedio, pero no por ello dejará de ser tan emocionante como la primera vez, hace ya 23 años. Antonio Brox Esteso es el rematante de la subasta de las andas de la patrona y alcaldesa perpetua de San Clemente, que se adjudicaba el pasado Domingo de Resurrección por una cantidad de 100.100 euros.
A sus 45 años, este sanclementino afronta con mucha ilusión lo que considera “todo un orgullo y un honor”. Y es que, según dice, “portar a la Virgen de Rus es una emoción indescriptible, que si no eres de San Clemente no llegas a entenderlo, porque esta tradición y devoción a la patrona la vivimos desde que nacemos”.
Como para cualquier sanclementino, “esta fiesta es lo más grande”, pero este año, más aún, si cabe, después de dos sin romería.
Hay muchas ganas de volver a compartir momentos con amigos y familiares en torno a la patrona, aunque en el caso de los 24 porteadores de este 2022 les moverá un motivo adicional muy especial: “Vamos a tener muy presente a una persona, que en estos momentos lo está pasando bastante mal y al que le queremos dedicar este traslado y mandarle un abrazo muy fuerte desde la cuadrilla”, señala Brox.
Dice estar preparado para llevar a la carrera, en primer lugar, a la Virgen del Remedio de camino al santuario de Rus y después a la patrona hacia San Clemente. Pero este año, a la emoción de llevar a la Virgen se suma un plus de responsabilidad, puesto que como rematante debe de velar por que todo discurra en tiempo y forma y el traslado cumpla el guion marcado por la tradición.
“UN DÍA MUY DURO”
Reconoce que este segundo Domingo de Pascua va a ser un “día muy duro”, pero que tiene muy claro vivirá muy intensamente y, sin duda, “merece la pena”. La cuadrilla queda a las 5:30 de la madrugada en el ayuntamiento, donde se toman un chocolate y desde ahí arranca una intensa jornada que no llegará a su fin hasta la medianoche, una vez la patrona ya se encuentre en la iglesia parroquial.
Pero hasta ahí habrán tenido que recorrer a la carrera, primero de ida, con la Hortelana, y después de vuelta, con la patrona, los 9 kilómetros que separan San Clemente del Santuario de Rus. Un esfuerzo que llevan con emoción. Y es que, según dice Brox, “la verdad es la devoción por la Virgen parece llevarte en volandas y sacas fuerzas de donde sea. De hecho, sin devoción, no hay nada que hacer”.
Todo listo, por lo tanto, para la gran cita de este domingo, la Venida de la Virgen de Rus, fiesta declarada de Interés Turístico Regional en 2020 y que congrega a miles de personas no solo de San Clemente, sino de toda la comarca.