“Nunca imaginé que el dibujo de una vaca en 2016 sería el cartel de San Mateo”

Antonio Soriano es maestro de profesión y artista por devoción. Principalmente su carrera está dedicada a la docencia, aunque ya desde muy pequeño ha mostrado interés por el mundo del arte. Tanto es así que ya desde pequeño llegó a ir a clases de pintura, y, siempre que ha podido, ha sacado tiempo para el dibujo. Así, ha elaborado carteles de diferentes fiestas de pueblos de la provincia, pero este año ha sido la primera vez que le encargan uno de tan alto nivel: el de las fiestas de San Mateo 2024. 

¿Cómo ha sido el proceso creativo para llegar a este cartel?

La vaca que aparece en el cartel, por ejemplo, la dibujé en 2016 por primera vez, sin llegar a saber que algún día llegaría a ser cartelista de San Mateo. Quería hacer una vaquilla, que poco a poco la fui dando forma hasta que me encargaron el cartel, que la recuperé, añadiendo más elementos que encajaran. Fui viendo diferentes fotos donde se ve a los corredores llamando a la res con pañuelos, y además, tuve claro que el fondo tenía que ser la vista de la Catedral desde la anteplaza. No podía ser otro, al menos para mí. Además, no me imaginaba que ese boceto iba a ser para el cartel, pero mira qué casualidades de la vida.

¿Es esa tu imagen favorita como corredor?

Claro. Siempre que estás corriendo la vaca por los arcos del ayuntamiento, ya sea dirección Alfonso VIII o la Plaza Mayor, siempre vas a ver la Catedral. Es algo icónico en San Mateo que tenía que poner sí o sí. 

¿Cómo te sentiste cuando te propusieron hacer el cartel?

Primero no me lo esperaba. Como le dije al alcalde, Darío Dolz, es un gran honor y una gran responsabilidad ser el cartelista de San Mateo, y más en Cuenca, donde tenemos mucha afición a los carteles. Acepté en el mismo momento el encargo. Lo entregué a finales de agosto desde mitad de junio que me llamaron, y está hecho íntegro a lápiz en blanco y negro salvo la tipografía de San Mateo, que después de digitalizar la imagen, quise usar el color rojizo que está presente en el escudo de la ciudad. 

Con todo, te ha quedado un cartel muy de Cuenca…

¡Sí! De eso se trataba. He querido representar la esencia de la ciudad y de la suelta de vaquillas. Además, le he dado mi sello que tanto me caracteriza, como es el uso del lápiz, la tinta con un acabado final en blanco y negro. Así es como se me reconoce, y cuando me encargan un cartel o cualquier otro proyecto, saben que va a ser así. 

¿Qué mensajes te han llegado?

Las críticas que me están llegando están siendo buenas. Pero claro, todo el mundo que me está escribiendo y hablando es de mi círculo de corredores, y son gentes muy vinculadas a San Mateo como yo. Supongo que habrá gente a la que no le guste, para gustos los colores, pero de momento está gustando mucho y no paran de pedirme copias del cartel firmado.

Eres mateo de pura cepa...

Como digo, soy mateo desde la cuna. De hecho, mi bisabuelo era uno de los que bajaba las vacas desde Buenache de la Sierra, y luego mi padre y mi tío siempre han estado en las descargas de reses tanto en las cuadras como en la plaza de toros. Llevo toda la vida involucrado en San Mateo, y siempre empezaban a las 7 de la mañana con la carga y descarga de vacas. Ahora ya no lo puedo hacer por motivos laborales, pero no falto nunca a la suelta de vaquillas en la Plaza Mayor. A parte, soy de la peña Tendidos Cero desde hace por lo menos 25 años, desde que cumplí los 18. 

¿Cómo vas a vivir este año San Mateo siendo cartelista?

Con la máxima normalidad. Ojalá pueda ir algún día a las siete de la mañana a la descarga de reses, intentaré escaparme algún día. Pero iré a mi peña a comer, a la suelta de vaquillas, a la cena, a la verbena… Es verdad que siendo cartelista espero que venga algún amigo más.