“Las nuevas tecnologías permiten economizar el tiempo y brindar un mejor servicio”
Su trabajo es totalmente vocacional. “Hago lo que me gusta, aprendo cada día, procuro transmitirlo y que, a través de todo lo que publico y las actividades que realizamos, se conozca y valore nuestra importante historia”, subraya Almudena Serrano Mota, directora del Archivo Histórico Provincial de Cuenca desde 1997, que ha publicado el libro Mil años de Historia. Archivo Histórico de Cuenca: castillo, inquisición, cuartel y cárcel.
¿Cómo nace la obra?
La idea nació hace muchos años, cuando pensé que era necesario dar vida a un libro que relatase la historia de este lugar. Fui reuniendo información localizada en documentos totalmente desconocidos, y añadiendo datos de algunas obras publicadas. El trabajo más continuado ha sido en los últimos tres años, en los que he dado forma al contenido de este libro. Es muy complicado resumir mil años de historia porque se debe ofrecer una lectura de ritmo ágil. En esta obra queda plasmada una doble historia, la del edificio y la del Archivo Histórico que hoy lo ocupa y qué documentación se conserva en él.
¿A qué tipo de público va?
El libro está escrito con la idea de que quien desee leerlo aprenda cuál ha sido el recorrido histórico de este edificio, qué usos ha tenido, quiénes lo han habitado a lo largo de la historia, qué hechos más importantes ocurrieron en él y descubrir todos esos datos desconocidos hasta ahora, fundamentalmente, del siglo XIX. Y cómo se creó el Archivo Histórico, qué sedes ocupó y cómo se fue trasladando a él la documentación que hoy contiene. Por tanto, está dirigido a quienes tienen inquietudes sobre la historia de esta ciudad y provincia.
¿Qué usos ha tenido?
En este lugar se localizó el castillo de Cuenca, lugar estratégico para la Corona en los siglos de la Plena Edad Media. A finales del siglo XV, los Reyes Católicos mandaron derrocarlo y se fue convirtiendo en un solar, con restos de la antigua arquitectura. Así, discurrieron los años hasta que el arzobispo de Toledo, Gaspar de Quiroga, solicitó a Felipe II su cesión al Tribunal de la Inquisición de Cuenca para que construyesen aquí ‘sus casas de inquisición’. Esta donación tuvo efecto mediante Real cédula de 30 de septiembre de 1574. Durante los siglos de la Edad Moderna y hasta la llegada de los franceses a Cuenca, en la Guerra de la Independencia, la Inquisición tuvo en él su sede. Sin embargo, la llegada de las tropas invasoras supuso que éstas ocupasen el edificio hasta el año 1812. Los destrozos ocasionados fueron considerables, así queda reflejado en el libro, en los diferentes informes de los arquitectos a quienes se les solicitó que manifestasen su parecer del estado del inmueble. Luego fue convertido en cárcel, también se usó durante la primera y tercera guerras carlistas, y a finales del siglo XIX se convirtió en cárcel del Partido judicial de Cuenca. Esta función carcelaria finalizó en 1872, cuando fue suprimida la prisión de Cuenca. Abandonado el edificio tuvieron que pasar unos años hasta que se tomó la decisión de rehabilitarlo con destino a Archivo Histórico Provincial, que entonces compartía espacio con la Casa de la Cultura, actual Biblioteca Pública del Estado.
¿Alguna curiosidad?
Tantos siglos de historia ofrecen un sinfín de datos. Los documentos son los relatores de todo lo que sucedió y quienes los leen o en un futuro, esperemos que no lejano, tengan el gusto de acercarse para investigar, comprobarán que los documentos son muy expresivos, sobre todo, los expedientes judiciales. En un edificio que ha sido cárcel, no faltaron las fugas, que quedaron relatadas en alguno de estos expedientes. Los episodios de guerra: destrozos, robos, muertes…
¿Qué documentos alberga?
Los documentos en un Archivo Histórico se cuentan por miles, en este y en otros. Este edificio se rehabilitó en la idea de que se llenase de documentación. Hoy día esto no es posible por diferentes circunstancias de conservación de los propios documentos, que requieren unas condiciones determinadas que no todo el edificio reúne. Se conservan documentos en papel (miles de legajos), también una pequeña pero muy valiosa colección de pergaminos, fotografías aéreas, rollos de microfilm, microfichas, planos… En un Archivo, los soportes son diversos.
Los documentos más valiosos y antiguos son unas páginas de cantorales de la Plena Edad Media, en pergamino claro, muy bien conservados a pesar de los siglos que han transcurrido. Además, otros pergaminos muy ricos en su elaboración, como unos fragmentos de un Corpus Iuris Civilis, del siglo XIV; varias bulas y breves papales, escrituras de compraventa y donación de los siglos XIII a XV, también en pergamino. Por otro lado, fondos documentales procedentes de conventos, monasterios, parroquias, catedral de Cuenca, colegiata de Belmonte, ermitas, etc., documentación que fue nacionalizada en el siglo XIX y pasó a formar parte del Archivo de la Delegación de Hacienda, creada en el año 1881, y desde éste se transfirió al Archivo Histórico Provincial.
¿Qué tipos de usuarios tiene?
Los usuarios, en su mayoría, acceden al servicio público que prestamos por la necesidad de resolver algún problema administrativo. Por otro lado, están los que acuden por su faceta investigadora, unos son investigadores consolidados y otros están iniciándose en el apasionante mundo de descubrir la historia directa de las fuentes documentales. Otras personas vienen a las actividades culturales que desarrollamos. Además, a lo largo de los años hemos tenido usuarios de muy temprana edad, en los talleres educativos que estuvimos haciendo, con alumnos desde Infantil hasta Bachillerato.
¿Cuáles son las necesidades?
Un edificio de estas características siempre tiene necesidades, aunque sólo sea porque el paso del tiempo incide negativamente, siendo imprescindible realizar actuaciones puntuales de mantenimiento y/o mejora. La falta de espacio en un Archivo no es sólo un problema que tengamos en este centro; la documentación necesita espacio para conservarse en condiciones idóneas, con el fin de que estos testimonios perduren, igual que han sobrevivido a los siglos los documentos más antiguos. Y la humedad localizada en algunas zonas es un problema de difícil solución.
“La documentación necesita espacio para conservarse de forma idónea con el fin de que estos testimonios perduren”
¿Qué acciones hay en digitalización y nuevas tecnologías?
Se han hecho diferentes actuaciones en digitalización de documentos, y se continúa en ello. Poco a poco, porque es algo muy costoso, se va avanzando. Por otro lado, las reproducciones que se solicitan en investigación las realizamos en formato digital y así vamos aumentando los documentos digitalizados. Es un trabajo lento, costoso y que hay que compaginar con el trabajo diario de atención a consultas, que lleva mucho tiempo.
¿Qué retos tiene el Archivo?
Los retos básicos son el trabajo técnico con la documentación y la atención a los ciudadanos y a la propia administración. Las posibilidades técnicas hoy no tienen nada que ver con las de hace 20 o 30 años, por tanto, estas nuevas tecnologías nos permiten economizar el tiempo y brindar un mejor servicio a los ciudadanos. Desde la Viceconsejería de Educación, Cultura y Deportes se está trabajando en modernizar determinados aspectos de gestión de la información de los Archivos Históricos Provinciales. Creemos que pronto podremos ver resultados.
¿Qué actos habrá por el 75 aniversario del Archivo?
Aprovechando la semana del Día Internacional de los Archivos y los actos que se fomentarán desde la Viceconsejería, realizaremos visitas guiadas en junio. También realizaremos una exposición virtual. Además, ofreceré alguna conferencia relativa a la cárcel de Cuenca durante el siglo XIX, aprovechando las fuentes documentales con que contamos y alguna otra que está por determinar, en la idea de continuar con la difusión de la documentación que conservamos.