"Somos los primeros fans del directo porque nos lo pasamos increíble"

Rhythm and blues, rock, swing, ritmos caribeños, boogaloo... hablar de The Limboos es hacerlo de una fusión de estilos, y todos ellos tendrán cabida este viernes 12 de mayo en la Sala Directo Cuenca a partir de las 23 horas. Sergio Alarcón, Daniela Kennedy, Roi Fontoira, Martín García y Javi Geras traerán los más exóticos sonidos, así que no le pille a nadie en el “limbo”.

¿Cómo se gesta el grupo?

Nace en 2013. Somos un grupo familiar ya que Roi y yo somos primos, y además Daniela y él viven juntos, son pareja. No fue una pretensión grande como se suele empezar, pero en resumen fue montar un proyecto con la idea inicial de partir del R&B estilo añejo y empezar a tocar. Fue cogiendo ritmo, tuvimos suerte de tocar mucho, ir creciendo y eso nos llevó a, un año y poco después, sacar el primer disco. 

Volvéis tras un pequeño parón y ahora queréis experimentar con nuevos sonidos

El parón ha sido sobre todo a raíz de la pandemia, un poco obligado. Nos pilló este impasse y nos dio tiempo a replantear algo que llevábamos tiempo pensando: dar un cambio musical y evolucionar porque siempre hemos sido un grupo que, aunque nuestro origen partía del R&B, en cada disco hemos ido buscando un poco una evolución, un cambio. Y lo que hemos planteado tras el parón es una metamorfosis, una especie de renacimiento del grupo pero no por renegar del pasado, sino por evolucionar en lo musical, y eso nos ha llevado a este punto en el que hemos ampliado las cuestiones sonoras hacia cotas como son la influencia cinematográfica, bandas sonoras de los 60 y 70, influencia de artistas variopintos… Hemos tratado de evolucionar a un sonido más amplio con el que estamos muy contentos, estamos deseando que salga el disco.

En un mundillo en el que “casi todo está inventado”, ¿mezclar tantos géneros puede ser la clave del éxito?

Al final hay un punto de ser original entre comillas, porque como dices, está casi todo inventado. Pero también está el punto de suerte y nosotros la tuvimos al poder tocar mucho y crecer como banda a base de rotar en directo. Somos los primeros fans del directo porque nos lo pasamos increíble y también nos ha ido ayudando a crecer en cuanto a público. La mezcolanza puede ayudar o no: hay grupos que son de seguir un estilo y les va muy bien también. No sé si hay una fórmula clara, pero en nuestro caso es inquietud artística, por no conformarnos y quedarnos en nuestra parcela de confort, sino ir un punto más allá. Este es el disco en el que más se nota un cambio con respecto a los tres anteriores. 

De momento, no os faltan conciertos

Estamos en pretemporada, como dirían los deportistas. Una transición en estos meses hasta que salga el disco en los que aprovechamos para ir poniendo canciones nuevas, ver el feedback que nos dan… porque no es lo mismo grabarlas que llevarlas al directo. Nos ayuda a recuperar el pulso de tocar en sala, que es nuestra segunda casa. Nos hartamos de reivindicarlas porque al final en las salas es donde la gente conoce a los grupos. Aunque tengamos el boom de los festivales, que por supuesto respetamos y participamos de ellos, creemos que sin apoyar a las salas fuertemente no hay futuro en la música. Si no hay salas no hay bandas que puedan salir de ahí: los festivales no descubren, suelen recoger más los frutos de esas bandas que empiezan en las salas.

¿Cómo es el proceso de creación de un tema y más con esta fusión de estilos?

Hay una parte de mística sobre la que a veces reflexiono: ¿cómo llegas a una idea y tiras del hilo? Porque cuando haces una canción, no piensas en ese estilo. Tú los tienes asimilados y viene desde el primer día en que cogiste la guitarra o te enamoraste de un grupo. En mi caso, crecí con Los Beatles, David Bowie, Led Zeppelin… y eso siempre está ahí, y luego tratas de darle una vuelta para que suene más tuyo. Es muy místico y abstracto, implica tener presente todo lo que te mueve musicalmente y tratar de, con esas herramientas y sugerencias, crear algo propio.

¿Es complicado abrirse paso valiéndose de géneros quizás no tan comerciales?

Todo tiene sus pros y sus contras. En nuestro circulo de salas y promotores, te pueden programar porque hay menos grupos de R&B o de ese estilo que tengan bagaje, entonces tienes esa facilidad. No la tienes, muchas veces, donde está el dinero, que es en festivales de verano que giran más al indie o rock alternativo. Tienes que jugar entre esas dos aguas: hay algunas ayudas, pero mucho en contra a nivel mediático. Se ve en las radios: incluso en Radio 3, que defendemos y defenderemos siempre, si no eres muy de lo que está de moda, es difícil que te radien mucho, aunque El Sótano ha sido como un mecenas para nosotros. Lo curioso es que nuestra tarjeta, lo que nos ha hecho crecer y lo que nos ha valido siempre es ser un grupo de directo. 

¿Qué puede esperar el público de vuestro concierto?

Es un tópico, pero cada concierto es único. A pesar de que nuestra música tenga elementos jazzeros, no hacemos jazz. Nuestra esencia es el rock and roll con reminiscencias sesenteras, y muchas veces la diferencia entre un grupo más o menos moderno son sutilezas. Nuestro mayor activo es el escenario y si alguien se pone una canción y le gusta, le garantizamos que en directo le va a gustar 20 veces más. Nos involucramos tanto en lo musical como en el espectáculo del directo porque nos gusta que cada noche sea algo digno y memorable.

¿Qué proyectos tenéis en mente próximamente?

Estamos con la arquitectura del disco. Todavía tenemos la cortina echada, pero puedo adelantar que el disco saldrá presumiblemente en octubre de este año. Queremos seguir creciendo y tratar de atraer más gente porque es lo que nos hace felices: que la gente disfrute.