“Es necesario ser machacones con nuestro mensaje para reducir la siniestralidad”
Después de trabajar durante cinco años en Londres para una multinacional norteamericana, pareció recibir la llamada de la función pública. Se echó la manta a la cabeza, regresó a su país y se presentó a las oposiciones a la Escala Superior de Técnico de Tráfico de la DGT.
Una especialidad que no sería al azar, todo lo contrario. En el seno de su familia y su entorno, la seguridad vial tenía una relevancia especial por haber tenido a familiares y amigos víctimas de accidentes de tráfico, lo que le hacía especialmente sensible a este asunto. Al final, sería el 3 de marzo de 2021 cuando, tras aprobar las oposiciones el año anterior, tendría su primer destino, Cuenca, y lo haría como subjefa provincial de Tráfico.
Un año y medio después, Ana María Zúñiga (Granada, 1986) afronta un nuevo reto en esta ciudad, de la que dice “ser perfecta para vivir”, como es sustituir al que fuera su jefe, Jacinto Vicente Manzanaro; algo que asegura asumir “muy ilusionada”, a la par que “contenta” por la confianza depositada en ella.
De hecho, dice tener muchas ganas de llevar proyectos adelante, tanto a nivel operativo como de funcionamiento de la Jefatura, porque es de la opinión de que a los ciudadanos hay que darles el mejor servicio posible, al tiempo que hay que concienciarles de la importancia de la prevención y la seguridad vial. Por eso considera que “hay que ser machacones con nuestro mensaje para reducir la siniestralidad”.
Lleva ya más de un año en Cuenca, ¿qué tal está siendo su estancia?
Encantada de la vida, la verdad. Venía un poco cansada de vivir en una gran ciudad, como Londres, en busca de una ciudad con una gran calidad de vida. Y es que venir andando al trabajo, lo bien que se come, la gente es amabilísima y la acogida de los compañeros ha sido magnífica. La verdad, muy contenta. Me he hecho muy rápido a la ciudad. Es muy manejera, preciosa y muy cómoda. Es una ciudad perfecta para vivir, sin olvidar que tiene los beneficios de grandes ciudades muy próximas, como Madrid y Valencia.
Ha estado compartiendo trabajo durante un año y medio con su antecesor en su actual cargo, Jacinto Vicente Manzanaro, ¿qué tal ha sido esta experiencia?
Bueno, tengo una relación excelente con Jacinto. Me acogió con los brazos abiertos. Ha sido una persona totalmente transparente y que ha ejercido de profesor y maestro para mí, y que creo que ha sido muy generoso conmigo.
He podido comprobar que es una persona que siempre piensa en el bien de los ciudadanos a la hora de tomar decisiones. Es algo que siempre me ha inculcado, ver cómo hacer las cosas, dentro de nuestro procedimiento, para ayudar al interesado, que acude a nosotros por una necesidad. Por eso es importante, intentar darles el mejor servicio posible.
¿Cuáles pretende que sean las líneas maestras de su etapa al frente de la Jefatura Provincial de Tráfico?
El centro aquí en la Jefatura Provincial de Tráfico es el ciudadano y atenderle en tiempo y forma. Para ello, tenemos que mejorar nuestra operativa interna; es decir, cómo funcionamos, sobre todo teniendo en cuenta que tenemos falta de personal. Por ello, vamos a intentar utilizar nuestros recursos de la mejor manera. De hecho, estamos estudiando todos nuestros procedimientos en el día a día para ver cómo se pueden hacer más automatizados y rápidos con el fin de tener más tiempo para acometer más trabajo. En definitiva, organizarnos internamente para dar un buen servicio, sin olvidar, la calidad de ese servicio.
En estas líneas maestras, seguramente la seguridad vial ocupa un lugar destacado ¿no?
Sin duda. Otra línea estratégica es trabajar en la concienciación de los ciudadanos, los usuarios de las vías –conductores o no– para que eviten conductas de riesgo. Y es que estamos viendo en los datos constantemente que son los comportamientos de riesgo los que generan los accidentes. Vamos, que no son aleatorios, sino que hay un componente. De hecho, en este año 2022, más de 60% de los accidentes tienen como factor concurrente la distracción, a lo que suman el consumo de alcohol y drogas. Y eso se puede evitar.
Nosotros, con la pandemia y por falta de personal, no contábamos con un coordinador de seguridad vial, pero, desde esta primavera, se incorporó un compañero y ya hemos realizado 19 intervenciones, tanto en centros de salud, trabajando con mujeres embarazadas en relación a la prevención y el uso de los sistemas de retención infantil (sillas para niños en el vehículo), como en centros de mayores con este colectivo, porque en los últimos cinco años el 40% de los fallecidos en Cuenca en accidente de tráfico son personas de más de 65 años, pasando por los más pequeños en los colegios.
En fin, educación vial a todos los niveles. Tenemos que ser un poco machacones para que el mensaje vaya calando, igual que lo hizo el de los beneficios del uso del cinturón.
¿Cómo es Cuenca y provincia desde el punto de vista de tráfico?
Destacaría que Cuenca es una provincia muy extensa y tiene muchos kilómetros de carreteras convencionales, donde, como saben, se registran más del 50% de los fallecidos en accidentes de tráfico. Y, por supuesto, la Autovía A-3 (Madrid-Valencia), es otra de las vías a destacar, no solo por la accidentalidad, sino también por el elevado flujo de tráfico. Y es que en aras de dar un buen servicio al usuario, hay que velar por que la circulación sea fluida. Para ello trabajamos conjuntamente con el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Cuenca, con el despliegue de operaciones especiales a lo largo del año.
No se puede olvidar tampoco, la accidentalidad con animales, porque se registran diariamente, en especial, con cérvidos y jabalíes. Llevamos este año hasta ahora unos 600 siniestros de este tipo, aunque hay que aclarar que la mayoría no tiene una gran lesividad. De hecho, solo tres registraron heridos y fueron de carácter leve.
¿Entre los proyectos de la Jefatura Provincial de Tráfico se encuentra la reapertura de las pistas y el aula de seguridad vial del Parque de San Ana?
Sí, claro. Estoy muy contenta, porque parece que hay un proyecto para reabrir estas instalaciones, aunque deberá ser la subdelegada del Gobierno de Cuenca quien tenga que dar los detalles. Somos muy optimistas y pensamos que esta reapertura se vaya a producir este mismo año. Era un proyecto muy perseguido por mi antecesor, Jacinto, y yo he cogido el testigo con ilusión. Y todo parece indicar que pronto tendremos operativas esas pistas.
¿Cuáles serían los principales objetivos a medio y largo plazo a cumplir?
En primer lugar, entre los objetivos más importantes se encuentra dar apoyo para disminuir la siniestralidad en nuestras carreteras. Y es que el año pasado sufrimos un significativo incremento de fallecidos y este año no vamos por buen camino. De ahí, la necesidad de ser machacones en nuestros mensajes. El objetivo no es otro que esa concienciación se traduzca en una disminución de las cifras de siniestralidad, tanto en fallecidos como en heridos graves. Todo lo que podamos hacer sobre el terreno, en la provincia, para disminuir los comportamientos de riesgo de los ciudadanos y, de esta manera, la siniestralidad. Ese para mí sería mi mayor logro. Yo oposité a esto por la seguridad vial, más allá de dirigir una oficina a nivel operativo, aunque sea un trabajo entretenido y dinámico.
"Jacinto me acogió con los brazos abiertos. Ha sido una persona totalmente transparente que ha ejercido de profesor y maestro para mí"¿Qué evolución ha experimentado la siniestralidad en las carreteras de la provincia en los últimos años?
Bueno, la provincia de Cuenca cerró el año 2021 con 286 accidentes de tráfico con víctimas, de las que 24 fueron mortales y 58 requirieron hospitalización. Unas cifras que deben compararse con ejercicios anteriores a la pandemia, porque en 2020 hay que recordar que se vivieron tres meses de confinamiento y numerosas restricciones a la movilidad, lo que redujo en gran medida la circulación en las carretearas, aunque hubo que lamentar 18 fallecidos; una cifra muy elevada, a pesar del menor tráfico en las carreteras, entre otras causas por el incremento del exceso de velocidad.
Y en el caso de 2019 se da la circunstancia de que se trata del año históricamente más bajo en siniestralidad, con ocho víctimas mortales en todo el ejercicio, por lo que tampoco es un buen ejercicio para hacer la comparativa. La media de siniestralidad en la provincia en los últimos años, sin embargo, se sitúa en los 17 fallecidos en las carreteras conquenses, y este año 2022 ya llevamos 17 víctimas mortales y aún quedan las Navidades y varios puentes festivos, como el de la Virgen del Pilar, el de Todos los Santos y el de la Constitución-Inmaculada; sin olvidar, las fiestas de septiembre. Periodos que lleva aparejados comportamientos de riesgo, como consumo de alcohol, exceso velocidad o muchos desplazamientos para ir a las fiestas, así como inclemencias meteorológicas adversas, propias de la época del año.
Un año, por lo tanto, comparable sería el 2018, cuando se contabilizaron 20 fallecidos y 65 heridos con hospitalización, lo que denota un incremento de estas cifras en 2021.
¿Cómo es la situación de las autoescuelas de la provincia?
Nosotros estamos dimensionados para dar servicio a nuestra población y, por lo tanto, no podemos tener los mismos medios que Madrid o Valencia, aunque por la proximidad de Cuenca a estas grandes ciudades, sí actuamos como satélites de estas poblaciones, dando servicio de tramitación y también en exámenes para la obtención del carnet de conducir. Y desde la Jefatura, encantados de ello. Nosotros estamos aquí para atender a cualquier ciudadano, independientemente de donde venga, e intentaremos dar salida a esa demanda. Nosotros tenemos, ahora, cinco examinadores, más una interina hasta noviembre y, también en previsión de que en septiembre haya un repunte de pruebas, tras el parón de tres semanas del departamento de exámenes y el hecho de que sea una época propicia para que los estudiantes se saquen el carnet, contaremos con una examinadora itinerante para darnos apoyo durante un mes.
Por lo tanto, por parte de la Jefatura, estamos siempre en contacto con las autoescuelas y mi idea es seguir exactamente igual; es decir, comunicándonos con ellas, analizando el volumen de su bolsa de alumnos para ver qué necesidades hay y, en la medida de nuestras posibilidades, ponernos en contacto con nuestros servicios centrales para demandar recursos.
Sin dejar a las autoescuelas, ¿cómo ve la puesta en marcha este año en el IES Pedro Mercedes de la capital de un Ciclo de Grado Superior en Formación para la Movilidad Segura y Sostenible?
Nos parece estupendo, porque en Cuenca hay mucha demanda de exámenes y, por lo que he hablado con las autoescuelas, tienen escasez de profesores, al igual que en otras provincias. Por lo tanto, la oportunidad de que haya en Cuenca un centro que vaya a ofertar esta formación y así nutrir a las autoescuelas de profesores y evitar que se tentan que ir fuera para ello, me parece que es algo necesario.
Por lo tanto, ¿lanzaría algún mensaje a los conquenses?
Bueno, estamos ahora en campaña de distracciones y, además, en los últimos tres años se han convertido en el principal problema de seguridad vial. Por eso, pedirles que, por favor, que no se distraigan con nada al volante, que sean muy conscientes de la importancia de estar centrado en la conducción, que no cojan el móvil al volante y que no fumen, porque todo eso lo pueden hacer más tarde. Lo importante es que lleguen bien a su destino.